Kazim está tan dolido como enfadado. Después de ver las fotos de Ferit besando a otra mujer, ha entendido que ese matrimonio está cada vez peor.
Las imágenes han llegado a sus manos y no ha tardado en sacar conclusiones. Ha hablado a solas con su tía Hattuc y le ha dejado claro que ya no confía en nadie, ni siquiera en Esme.
“Ninguno de los Korhan quiere a Seyran. Y tienen razón. ¿Le ha dado un bisnieto a Halis para que la quiera? No hace más que llorar, vestirse y gastar dinero. Olvídala”, ha dicho gritando.
En ese momento, el hombre ha tomado una decisión radical: dejar a Seyran a un lado y apostar por su otra hija, Suna, a quien siempre había tenido en segundo plano.
La tensión ha crecido todavía más cuando Suna ha entrado en la habitación sin saber que era el centro de la conversación. Pero Kazim ha cambiado el tono y la ha recibido con los brazos abiertos.
“Es mi tesoro. Ella será la nuera de los Korhan. Era su destino, su derecho”, ha dicho con orgullo. ¿Será este el cambio definitivo para el patriarca o sus planes volverán a venirse abajo?