La endocrina Andreea Ciudin (Bucarest, 1979) es una de las especialistas en obesidad más valoradas en España. Coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona), Ciudin ha sido siempre una firme defensora de los fármacos destinados a tratar esta enfermedad, que es «biológica», insiste en remarcar. Ciudin expresa en EL PERIÓDICO su preocupación por la frivolización que a menudo rodea a estos tratamientos.
¿Está siendo el verano del Ozempic?
Sabemos que existe un fenómeno según el cual la gente se pincha [el fármaco] para la ‘operación bikini’. Nos consta que ocurre, aunque no de forma oficial. No lo vemos en la consulta o en el hospital, pero a nivel personal y en nuestro entorno ocurre. Hay amigos y personas cercanas que te comentan el tema y que hasta te piden receta.
¿Cuáles son los riesgos de tomarse un fármaco de este tipo con un objetivo puramente estético?
El Ozempic y este tipo de tratamientos están destinados a corregir alteraciones hormonales y biológicas. Si se utilizan sin una buena indicación, sin una escalada de dosis correcta, sin una valoración previa y sin seguimiento posterior por parte de un médico, pueden aparecer riesgos como la intolerancia gastrointestinal. Puede haber náuseas, vómitos y diarrea. Y todo esto, sobre todo en verano, puede contribuir al riesgo de deshidratación.
¿Qué más hay que mirar antes de tomar Ozempic?
Una evaluación nutricional correcta, estudiar los hábitos del paciente, ajustarlos o corregirlos antes de iniciar la medicación. Si no, pueden aparecer problemas digestivos. También es importante hacer una evaluación correcta de la fuerza, de la masa muscular, de la distribución de la grasa.
«Si se utiliza sin una buena indicación, pueden aparecer riesgos como la intolerancia gastrointestinal»
¿Por qué?
Porque es importante acompañar este tipo de tratamientos con un ejercicio físico adaptado, sobre todo de fuerza, para preservar la masa muscular, ya que pueden inducir una pérdida de masa muscular. Estos dos pilares —una correcta nutrición y el ejercicio físico— son fundamentales para preservar la salud muscular. Por eso se necesita siempre una evaluación compleja antes de empezar a tomar Ozempic. Y también una correcta escalada de dosis.
¿A qué se refiere?
Yo me he encontrado con personas que empiezan directamente con Ozempic de un miligramo. Claro, tienen dolores de barriga, náuseas, vómitos y malestar porque esta dosis es demasiado. Por eso hay que hacer una escalada progresiva de las mismas y también hay que tener en cuenta que no todas las personas tienen necesidad de llegar a la dosis máxima aprobada. Por eso, nosotros, cuando iniciamos los fármacos con un paciente, a la semana o dos semanas, hacemos un contacto telefónico a ver cómo lo tolera. Y valoramos si aumentar la dosis.
¿Qué no se recomienda?
No está recomendado, bajo ningún concepto, hacer tandas cortas de Ozempic, como por ejemplo empezar a tomarlo en abril para ponerte el bikini en julio y dejarlo después, porque estos fármacos, al alterar el metabolismo, influyen en las hormonas. Y, sobre todo al principio, el cuerpo intenta resistirse y hace la llamada «adaptación metabólica», es decir, intenta bajar la tasa metabólica basal, luchar contra el fármaco. Tú no te das cuenta, pero esto induce al principio a un cambio en el metabolismo, por lo que si abandonas la medicación a los tres o seis meses, luego recuperas peso muy rápido. No es un efecto rebote, es la defensa del cuerpo frente a esto. Y lo que recuperas es grasa. Aunque tú hayas perdido grasa y músculo, recuperas solo la grasa. Por eso no hay que tomar Ozempic a la brava y dárselo a todo el mundo, hacer recetas por los pasillos sin haber visto bien a la persona. Mira lo que pasó en Inglaterra.
¿Qué ocurrió?
Hubo alertas de pancreatitis, tanto por pacientes que empezaron a tomar Ozempic ellos solos con dosis altas y sin control como por pacientes que no tuvieron una valoración médica correcta. Aparecen estas cosas que después ponen en peligro hasta el buen manejo de esta medicación, porque la gente empieza a tener miedo.
«No está recomendado, bajo ningún concepto, hacer tandas cortas de Ozempic, como tomarlo en abril para ponerte el bikini en julio. Son fármacos que influyen en el metabolismo y hormonas»
A menudo se frivoliza con este tipo de fármacos.
Es que el Ozempic es para personas con obesidad y diabetes tipo 2, que son enfermedades. Insisto en que son tratamientos serios que corrigen o intervienen en circuitos hormonales, en circuitos de regulación de muchas funciones del cuerpo. ¿Que esto se traduce en una reducción de grasa y mejora de la obesidad? Sí. Pero se tienen que ver como tratamientos crónicos. En la mayoría de los casos son tratamientos de por vida o, al menos, de años de duración, para vencer la llamada memoria del tejido adiposo. Esta tiene memoria epigenética, se acuerda durante muchos años de cómo estaba y quiere volver al punto inicial. Esta memoria tarda años en borrarse. Por eso me preocupa que se trivialice tanto con el Ozempic, que sea una cosa como ‘me lo pongo y mira qué estupenda estoy’. Esto te deja marca en el metabolismo y luego no entiendes qué te pasa.
Es un gran riesgo.
Sí, es un riesgo y un peligro también para nosotros los profesionales que nos dedicamos a la obesidad porque, si esto se simplifica y van saliendo barbaridades por un mal uso, puede perjudicar el camino correcto de tratamiento de los pacientes que realmente necesitan estos fármacos. Son fármacos que, bien indicados y bien seguidos, funcionan muy bien. Yo no descarto una posible cobertura sanitaria en un futuro para casos seleccionados.
«Hace mucho daño la imagen de ‘celebrities’ en el ‘Hola!’ que toman el Ozempic para adelgazar»
¿Serán financiados por Sanidad?
En casos seleccionados, sí. No solo Ozempic, sino los fármacos de este tipo. Pero para esto hay que tenerlo todo muy bien controlado, y ver bien qué y cómo se prioriza. Sabemos que la obesidad es una enfermedad muy prevalente y que ningún sistema público de salud puede soportar la financiación masiva. Vale. Pero bien regulado y en algunos casos, yo creo y tengo la esperanza de que se haga, porque es más que necesario y hay muchísima evidencia.
¿Qué más hay que hacer?
Ser hábiles y separar aquella obesidad totalmente reversible por malos hábitos —porque también la hay— de la obesidad con la base biológica, que no tiene otro remedio que darle tratamiento. Y este mal uso del Ozempic, usado para la ‘operación bikini’, puede perjudicar este camino. Por eso hace mucho daño la imagen de ‘celebrities’ que lo toman para adelgazar y salen después en la revista ‘Hola!’. O ‘influencers’ en Youtube. La gente debe entender que hablamos de una enfermedad y el que se lo pincha para perder cinco kilos e ir a la playa no tiene indicación.
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