El verano es un tiempo para el descanso y la convivencia familiar, pero a menudo se convierte en una fuente de estrés por las expectativas y la falta de planificación. Para abordar este desafío, en ‘Ecclesia‘ de TRECE hablamos con María Solano, directora de ‘Hacer Familia’, quien ofreció valiosos consejos para «sacar el jugo» a estos meses de calor y fortalecer los lazos familiares.
Rompiendo el Ritmo Frenético y Gestionando Expectativas
Durante el curso académico, las familias suelen vivir un ritmo «frenético», careciendo a menudo de una agenda propia debido a las actividades de los hijos. Sin embargo, el verano no debe ser un vacío sin actividades ni una sobrecarga de ellas. Solano advierte que «el gran problema de nuestras vidas, de adultos y de niños, es que hemos sobresaturado todos los minutos de nuestra vida».
El tiempo de descanso no significa no hacer nada, sino «cansarnos de otra manera y cambiar de actividades». Es crucial no generarse «demasiadas expectativas» sobre lo que sucederá en vacaciones, ya que los hijos pueden tener planes diferentes. El objetivo es encontrar un equilibrio para que todos dispongan de «tiempo de calidad» y construir «recuerdos muy felices».
La Comida, el Ancla Familiar del Verano
Aunque las rutinas se rompen en verano, es importante organizar la vida para no perder el tiempo. Solano sugiere establecer «franjas horarias», pero también dejar espacio para la libertad y el aburrimiento, ya que «es muy bueno aburrirse, la verdad».
En cuanto a los momentos compartidos, la comida emerge como el pilar central: «La comida. Porque la cena ya no sabemos dónde vamos a estar cada uno». Es el momento más propicio para que toda la familia se reúna, ya que los adolescentes, por ejemplo, suelen tener planes por la noche y, además, necesitan dormir más, algo que «su cuerpo se lo está pidiendo».
Reenamorarse y Fomentar Lazos Duraderos
El tiempo prolongado juntos puede aumentar las discusiones, e incluso «los índices de divorcio siempre aumentan después de las vacaciones». Es fundamental «hablar de algunas cosas de las que no hablamos habitualmente, y muy importante hablar cosas muy en positivo» y «reírnos mucho».
Solano subraya la importancia de la pareja: «Voy a reenamorarme de ti, a descubrir esta persona tan maravillosa con la que me casé». En cuanto a los hermanos, no hay que forzar que sean «mejores amigos», sino que se lleven bien. Es una «maravilla» cuando los hermanos hacen piña y se defienden, incluso si el «enemigo común» son los padres.
Irene Pozo y María Solano en ‘Ecclesia’
Crear «Memorias Felices», Evitar el Perfeccionismo y Reconectar con Nuestra Propia Perfección
Para María Solano, los valores clave del verano son «que estamos con ellos, nos escuchamos y hablamos». La solución a los desafíos de las nuevas tecnologías es «hablar con ellos en un ambiente absolutamente distendido». Las «memorias felices» no requieren destinos lejanos ni caros, sino que se construyen en «tiempos muy tranquilos» y momentos sencillos, como «una buena tarde en la que nos hinchemos a reír».
Además, Solano insta a evitar el «perfeccionismo excesivo» impulsado por las redes sociales, donde se ven «madres ideales». Recuerda que «los nuestros son maravillosamente imperfectos y nosotras somos maravillosamente imperfectas». El secreto de la felicidad radica en «estar feliz con lo que te está pasando. Sea lo que sea».
Finalmente, María Solano aconseja «disfrutar muchísimo», dedicar tiempo a apreciar a cada miembro de la familia y «volver a enamorarnos de la vida tan maravillosa que tenemos, que es la nuestra, que no es la ideal, es la perfecta para nosotros, porque es la que tenemos».