El
Papa León XIV ha expresado en el Ángelus de este domingo, que ha
rezado desde la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, su “profundo
dolor” por el ataque del ejército israelí contra la parroquia de
la Sagrada Familia en Gaza que tuvo lugar el pasado jueves.
“Como
saben causó la muerte de tres cristianos y otros heridos graves.
Rezo por las víctimas, estoy cercano a todos sus familiares y a
todos los parroquianos”, ha puntualizado el Pontífice americano.
En
este sentido, Robert Prevost ha lamentado otros ataques militares que
se están produciendo contra la población civil y en los lugares de
culto en la Franja, por lo que ha reclamado que “inmediatamente se
detenga la barbarie de la guerra y que se llegue a una resolución
pacífica del conflicto”.
El
Papa se ha dirigido a la comunidad internacional, a quien llama a
garantizar el derecho humanitario y “respetar la obligación de
tutela de civiles, además de prohibir el castigo desmedido de la
fuerza y el desplazamiento forzado de la población”.
Finalmente,
ha mostrado su cercanía hacia los cristianos de Oriente Medio,
compartiendo “vuestra sensación de poder hacer poco ante esta
situación tan dramática. Están en el corazón del Papa y de toda
la Iglesia”, ha manifestado.
El Papa, a los periodistas en castel gandolfo: «Insistimos en la necesidad de proteger los lugares sacros»
A
la salida de la Catedral de Albano, donde ha presidido la misa, el
Santo Padre ha pedido «dejar las armas» y
señaló que «el mundo no soporta más» la guerra en
una breve declaración a los periodistas.
«Debemos
dialogar y dejar las armas», «dejar ya tanta violencia y
tanto odio» porque hay «demasiados conflictos y demasiadas
armas», ha expresado.
Preguntado
por su conversación telefónica con el primer ministro de Israel,
Benjamin Netanyahu, después del reciente ataque israelí a la
católica de Gaza, que causó tres muertos y varios heridos, dijo:
«Insistimos en la necesidad de proteger los lugares sacros y de
trabajar juntos en este sentido».
A
la salida de la Catedral de San Pancracio, el Sucesor de Pedro se ha
detenido a firmar autógrafos, bendecir a enfermos y niños, y
conversar con algunos de los cientos de fieles que habían seguido la
celebración desde dos plazas del centro histórico, una de ellas
equipada con una pantalla gigante.