La plaza de la Mesa

No es la primera vez que utilizo estas líneas para hablar del Rabal de la ciudad de Zaragoza y su historia. Y es que cualquiera que haya paseado por sus calles, sea vecino de la zona, habitante de la capital aragonesa o visitante, se puede dar cuenta con solo prestar un poco de atención que andar por su calles es como hacer un pequeño viaje por el tiempo. Un viaje físico se podría decir, pues quitando el pavimento moderno del suelo, la iluminación, y los elementos de la lógica evolución de los tiempos, el Rabal nos permite imaginar cómo era la ciudad hace varios siglos.

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