Muchos hogares conservan algún objeto de plata, a menudo heredado de padres, madres o abuelos. La plata es un material muy valorado, no solo por su elegancia, sino también por su durabilidad, ya que resiste bien el paso del tiempo. Además, cuenta con otras ventajas: tiene propiedades antibacterianas e hipoalergénicas, requiere poco mantenimiento y, en muchos casos, supone una inversión que puede pasar de generación en generación.
Con el tiempo, sin embargo, es habitual que estos objetos presenten un aspecto envejecido, incluso ennegrecido. Esto no significa que la pieza sea de mala calidad o que esté estropeada, sino que se trata de un proceso completamente natural y reversible si se conoce la técnica adecuada.
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Plata limpia
Cuando la plata se oxida, pierde su brillo característico y adquiere una tonalidad oscura. Este cambio ocurre por la reacción del sulfuro de plata con el oxígeno del aire. También pueden influir algunos productos de limpieza abrasivos, perfumes o incluso la humedad. Para prevenirlo, lo ideal es guardar la plata en un lugar fresco, seco y bien ventilado, y evitar el uso de productos agresivos como estropajos metálicos o el lavavajillas.
Si ya ha aparecido ese tono apagado, no hay de qué preocuparse: existe un truco casero muy fácil para limpiar la plata y devolverle su brillo original. Solo se necesitan dos ingredientes que cualquiera tiene en casa: bicarbonato de sodio y papel de aluminio.
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Josefa Izquierdo (@lareinadeldato), experta en limpieza y orden con más de 650.000 seguidoras en Instagram, comparte esta técnica sencilla. Consiste en forrar una olla con papel de aluminio, colocar los objetos dentro, espolvorear bicarbonato y verter agua hirviendo.
Tras cinco minutos, basta con retirar cuidadosamente las piezas del agua caliente y secarlas con un paño de microfibra, frotando suavemente para eliminar los restos de suciedad. El resultado es inmediato: la plata vuelve a lucir limpia, brillante y como nueva, sin necesidad de productos costosos ni tratamientos profesionales.
