Tras confirmarse en el día de ayer sus fichajes, Horaţiu Moldovan y Luka Ilic conocieron esta mañana El Requexón y ya se vistieron de corto para trabajar en la ciudad deportiva azul. El meta rumano salió a calentar con el resto de la plantilla, mientras que el futbolista serbio entrenó al margen en el campo anexo. Al ser la última sesión de la semana, Veljko Paunovic organizó un partidillo ante el Vetusta y, aunque es muy pronto todavía, ya ofreció las primeras pistas de lo que puede ser este Oviedo en su regreso a Primera. O, al menos, de quién puede estar en ese regreso.
El técnico serbio apostó por un once bastante reconocible para este partidillo veraniego, con Aarón Escandell bajo palos; Nacho Vidal, David Costas, Dani Calvo y Rahim en defensa; Sibo, Colombatto y Alberto Reina en la sala de máquinas y, en ataque, Hassan y Chaira en los costados, con Fede Viñas como referencia. Inicialmente estaban posicionados en un 4-3-3. La sorpresa no estaba en esta alineación, sino en la del contrario, un Vetusta que contó con tres futbolistas del primer equipo. Borja Sánchez, Paulino de la Fuente y Yayo formaron parte del filial, una prueba de que Paunovic no cuenta con ellos de cara a esta temporada y tendrán que buscarse un nuevo destino antes de que finalice el periodo estival.
Una vez arrancado el choque, Luka Ilic saltó a trabajar en el campo número 2 junto a otros futbolistas cuyo futuro también apunta lejos de la entidad azul. Eran los casos de Pomares y Alberto del Moral, que estaban en ese campo anexo. Los aficionados presentes no quisieron perderse la oportunidad de hacerse una foto con los nuevos fichajes, aclamados en este primer día.
Otros futbolistas como Lucas Ahijado, Oier Luengo, Álex Cardero, Santi Cazorla o Salomón Rondón se quedaron en el interior de las instalaciones azules, pero saltarían más tarde para la segunda parte del partidillo.