El índice de confianza del consumidor, que recoge la Universidad de Michigan en su sondeo mensual, ha subido en julio a 61,8 puntos desde los 60,7 previos, y alcanza su valor más alto en cinco meses.
Con todo, desde el organismo advierten que el dato todavía sigue estando un 16% por debajo de diciembre de 2024 y es muy inferior a su promedio histórico.
«Las condiciones comerciales a corto plazo mejoraron alrededor de un 8%, mientras que las finanzas personales esperadas retrocedieron alrededor de un 4%. Es poco probable que los consumidores recuperen su confianza en la economía a menos que se sientan seguros de que la inflación no va a empeorar, por ejemplo, si la política comercial se estabiliza en el futuro previsible», afirma Joanne Hsu, directora de la encuesta.
Y es que, en este momento, las entrevistas revelan poca evidencia de que otras medidas políticas, incluida la reciente aprobación del proyecto de ley de impuestos y gastos, hayan movido mucho la aguja en la confianza del consumidor.
Así, respecto al índice de las condiciones económicas actuales, ha experimentado un ascenso hasta los 66,8 puntos, frente a los 64,8 del mes anterior, mientras que el componente de expectativas se ha elevado hasta los 58,6 puntos en julio desde los 58,1 de junio.
Por otro lado, las expectativas de inflación a un año han caído por segundo mes consecutivo, pasando del 5,0% al 4,4%. Del mismo modo, las expectativas de inflación a largo plazo han retrocedido por tercer mes consecutivo, pasando del 4,0% en junio al 3,6% en julio.
«Ambas lecturas son las más bajas desde febrero de 2025, pero se mantienen por encima de diciembre de 2024, lo que indica que los consumidores siguen percibiendo un riesgo sustancial de que la inflación aumente en el futuro», concluyen desde la Universidad de Michigan.