Cuando dudan de ti, lo que más quieres es callarles la boca. Demostrar lo que otros te cuestionan, lo que creen que no sabes hacer o que ha sido casualidad. España vive en esa lucha constante. Siempre con esa presión de mantener la corona mundial, siendo el rival a batir, esperando a que una rival inesperada le robe el crédito. Pero esta selección es mucho más que eso. Se plantó en semifinales de la Eurocopa, por primera vez en su historia tras superar los cuartos, con un partido arduo y trabajado ante Suiza (2-0). Un hito más logrado, una boca más cerrada.
Jugaron las tres mallorquinas de inicio: Patri Guijarro en el pivote, Mariona Caldentey -que falló un penalti- en la delantera y Cata Coll, que hacía su debut en esta Eurocopa, en la portería.
España carburó lento. De inicio, se topó con una presión alta y asfixiante de Suiza, que le creó mucha incomodidad en la salida de balón. Sin apenas tiempo para pensar, el juego cogió mucho ritmo, a ratos demasiado, complicándole la tarea a las españolas. Suiza mientras tanto esperaba. Latente y abocada al talento resplandeciente de la azulgrana Sydney Schertenleib. De sus botas llegó el ritmo y el peligro para el conjunto de Montse Tomé, que la paraba como podía.
Pese a un juego discreto, España dominó. Fue al acecho aunque con poca premura. Encontró un par de huecos en la defensa suiza por los que se coló. En ello estaba Mariona cuando Reinsen la derribó dentro del área. La lateral entró con la pierna estirada y los tacos en alto y tiró a Mariona al suelo. La mallorquina fue quien se plantó en los once metros. Esta vez, sin embargo, no salió bien. Demasiado flojo y poco dirigido, el balón se marchó por el lateral derecho de la portería de Peng.
No desfalleció la campeona mundial y se encomendó al desborde de Pina y su instinto desde fuera del área. Lo probó, pero no terminó de cuajar el tanto. Irene Paredes tuvo la más clara con un testarazo al abismo del descanso, con un testarazo que terminó estampándose contra el palo ante la estupefacción de la guardameta. Fue una primera parte frustrante para España. Se vio desbordada por la situación, por un rival más estoico de lo que esperaba y se marchó al descanso con una sensación de que o cambiaba cosas o la sorpresa de caer ante Suiza no lo sería tanto.
Reacción con los cambios
Le costó verse. España volvió del vestuario con una marcha, con cierta verticalidad y ritmo que le daba argumentos ante una Suiza que se iba hundiendo abandonándose a los contragolpes. Pero aun así no conseguía mantener el balón, desquiciando a algunas futbolistas. Por eso Tomé movió el equipo. Quitó del césped Mariona, desconectada, para dar lugar a Athenea del Castillo. La futbolista del Real Madrid, absolutamente de dulce esta Eurocopa, consiguió despertar a España. Aitana la asistió con un pase mágico de tacón, totalmente de espaldas, al hueco donde Athenea se coló dentro del área pequeña. Encaró a Peng y con un chut raso plantó el balón dentro de la red.
Le sonrió de vuelta a su compañera. A todas las que corrieron a buscarla para celebrar su tanto a los pocos minutos de haber entrado en el verde. Le daba aire, rompía el hielo, y permitía a España tener ese margen que alejaba la ansiedad.
Y volvió a aparecer. El nombre de esta Eurocopa. Claudia Pina está siendo clave para España con sus golazos y sus destellos de genialidad. Ante Suiza lo probó durante la primera parte con insistencia, pero no terminó de ver portería. Pero la delantera del Barça es tozuda. Concienzuda y constante. Como lo fue el verano pasado, donde su carrera dio un paso adelante. Ahí se enfocó y se centró en sacar su mejor versión, aislándose de todo lo de más para llegar a su máximo. Y tras un año donde ha brillado como nunca, en la Eurocopa ha seguido disfrutando.
Porque eso la hace especial. Esa sonrisa que mantiene a España viva y como semifinalista de la Eurocopa. Ante la anfitriona recibió el balón a unos metros de la frontal del área. Condujo, se acomodó el esférico en su pierna diestra y lo reventó al fondo de la red con un chut bombeado precioso. Marca de la casa, como más le gusta, como más disfruta.
España volvió a los once metros. El tobillo de Athenea del Castillo fue ensartado por Iman Beney al borde del final. Alexia Putellas plantó el balón en los once metros, miró con determinación a Peng, que se mantuvo imperterrita bajo palo. Y la guardameta lo atajó. Adivinó el tiro. Alexia miraba incrédula hacia el cielo.
Pero eso no agrió la victoria de España. La selección se plantó en semifinales de la Eurocopa por primera vez en su historia tras superar los cuartos con una versión trabajada de si misma. Curró y luchó por ese billete a la antesala de la final y lo logró.
Ficha técnica
2 – España: Cata Coll; Ona Batlle, Laia Aleixandri, Irene Paredes, Olga Carmona (Leila Ouhabi, m.62); Aitana Bonmatí, Patri Guijarro, Alexia Putellas (Lucía García, m.90); Mariona Caldentey (Athenea del Castillo, m.62), Esther González (Salma Paralluelo, m.77) y Claudia Pina (Vicky López, m.77).
0 – Suiza: Livia Peng; Iman Beney (Alisha Lehmann, m.90), Viola Calligaris, Lia Wälti, Noelle Maritz, Nadine Riesen (Leila Wandeler, m.74); Géraldine Reuteler, Noemi Ivelj (Alayah Pilgrim, m.62), Smilla Vallotto (Meriame Terchoun, m.90); Ana Maria Crnogorcevic y Sydney Schertenleib (Riola Xhemaili, m.90).
Goles: 1-0, m.66: Athenea del Castillo. 2-0, m.71: Claudia Pina.
Árbitra: Maria Sole Ferrieri Caputi (ITA). Sacó amarilla a Aleixandri (m.25) por parte de las españolas y a Pilgrim (m.64), Abbé (m.71), Crnogorčević (m.83) por parte de Suiza. Sacó tarjeta roja a Noelle Martiz (m.92)
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Eurocopa de Suiza 2025 celebrado en el Estadio Wankdorf de Berna ante 29.734 espectadores.