La oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea se debate en Bruselas, pero no habrá votación sobre el asunto, como se preveía, después de que varios ministros de Exteriores hayan vuelto a expresar dudas legales y presupuestarias a su entrada en la reunión del Consejo de Asuntos Generales, el órgano europeo que trata este asunto.
La misma jefa de la diplomacia de Dinamarca, país que ostenta la presidencia del Consejo este semestre, ha informado a su llegada a la cita de que no contempla que la cuestión se someta a votación este viernes, dado que persisten las dudas para un asunto que requiere unanimidad para salir adelante. «España quiere poner el caso de las lenguas en la agenda de nuevo y como presidencia vamos a facilitar el debate», ha declarado Marie Bjerre a su llegada a Bruselas. «Hay muchas dudas planteadas por parte de los Estados miembro. Por supuesto, necesitamos encontrar respuestas a estas preguntas, no preveo un voto hoy».
Fuentes de la diplomacia española recuerdan que no se preveía que se sometiera a votación. En el orden del día estaba incluida la votación como uno de los dos puntos principales del día (el otro es el presupuesto comunitario). Junto a ese punto del orden se incluía un asterisco, en el que se apuntaba a la posibilidad de solicitar una votación, algo que no es previsible, según las mismas fuentes.
«No se pueden secuestrar los debates»
El secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Sampedro, ha sido duro con los países que siguen vetando el movimiento. «No se puede secuestrar o atrasar los debates innecesariamente«, ha dicho. Varios países piden que se haga una declaración de impacto. «La Comisión ya presentó su estimación del coste, basada en el caso del Irlandés. Estará preparada para otro tipo de análisis más detallado cuando la resolución se haya aprobado. Si hay algún otro Estado que necesite información de la Comisión Europea, que lo diga. Nosotros ya hemos resuelto todas las dudas. Hace un mes mandamos el memorando: estamos dispuestos a abordar cualquier cuestión». La Comisión Europea calculó que costaría unos 132 millones de euros al año. «Quizá hay otros motivos que expliquen la oposición de algunos países: no hay ningún argumento ni económico ni legal que suponga retrasar el tema».
Sampedro ha argumentado que no declarar la oficialidad de las tres lenguas españolas sería disciminatorio. Recuerda que desde hace 20 años lo pueden usar los representantes en el Consejo o del Comité de las Regiones, y que recientemente se ha aprobado con el Comité Económico y Social. Y ha insistido en que no buscaban el voto este viernes. «Nos gustaría que quedara claro que se han abordado todas las dudas. Si es así, no hace falta votación en Consejo de Asuntos Generales. De hecho, se puede tratar como punto sin discusión [más adelante], como hoy haremos con las sanciones a Rusia», ha añadido.
Dudas de varios países sobre el catalán en la UE
«Hay muchas dudas sobre este asunto entre los Estados miembro y creo que hay ciertas dudas legales», ha indicado el ministro de Asuntos Europeos de Polonia, Adam Szlapka, cuyo país ejerció hasta el pasado junio la presidencia de turno del Consejo de la UE, informa Europa Press. «Creo que los Estados miembro necesitan algo más de tiempo, así que no creo que haya ninguna decisión hoy», ha remachado, antes de aclarar que no es solo Polonia, sino «la mayoría de los Estados miembro» necesitan «algo más de tiempo» para resolver las cuestiones pendientes, en especial en cuanto a las «preocupaciones legales».
El exprimer ministro luxemburgués y actual ministro de Exteriores, Xavier Bettel, ha avisado también a su llegada de que «realmente no es el momento adecuado» para que los Veintisiete busquen un acuerdo sobre la cuestión de las lenguas cuando tiene sobre la mesa negociaciones complejas sobre las sanciones a Rusia o para lograr un alto el fuego en Palestina. «Creo que el momento realmente no es el adecuado ahora mismo, si no eres capaz de acordar otras cosas», ha razonado Bettel, quien ha querido dejar claro que entiende «plenamente» que el «multilingüismo y las tradiciones» son «muy importantes» para los españoles.
Países grandes como Alemania, Francia o Italia tampoco han expresado aún su aquiescencia para el plan español. Una propuesta de oficialidad de las lenguas que el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió con Junts a buscar con ahínco en la UE para desbloquear las negociaciones de investidura tras las elecciones de hace ahora dos años.