Qué pasó en el interior de la casa en ruinas de La Isleta en la que estaban, la madrugada del miércoles, la menor de 17 años que sufrió quemaduras en el 95% de su superficie corporal y un joven, de 20, detenido por la presunta comisión de un delito de tentativa de homicidio, sigue siendo una incógnita. El juez prorrogó este viernes el arresto del investigado para que el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y la Policía Nacional tengan tiempo de realizar nuevas diligencias que den luz a lo ocurrido. Un accidente o un ataque intencionado son las dos hipótesis.
Para aclararlo, la Policía Nacional rastrea las fotos, vídeos, redes sociales y conversaciones de los móviles de Abarrafia H., el detenido, y de la adolescente. Analizan tanto los mensajes que se intercambiaron, como el contenido que pudieron enviar a sus amigos la noche en la que ocurrió el incendio con el objetivo de tratar de recrear las horas previas al incidente.
El análisis es crucial también para saber qué tipo de relación mantenían, porque los últimos datos apuntan a que se habían conocido el fin de semana en una fiesta, después de que ella se fugase del centro de menores tutelados de Valsequillo en el que residía.
La hipótesis del accidente
Abarrafia sostiene, desde la primera declaración, que todo fue un accidente y que se prendió un colchón al quedarse dormidos mientras fumaban, tal y como avanzó LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas. También dice que no la roció con ningún líquido inflamable para provocarle las quemaduras.
El magistrado al frente del Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, Tomás Luis Martín Rodríguez, competente en Violencia contra la Infancia y la Adolescencia, considera que antes de tomar una decisión sobre la situación procesal de Abarrafia -es decir, si ingresa en prisión y el delito que le imputa- se deben aclarar las circunstancias del incendio.
Martín Rodríguez sostiene que existen «indicios racionales de criminalidad en la conducta del detenido», aunque contradictorios, y pide, tanto a la unidad de quemados del hospital de Sevilla como a la Policía informes -que deben entregar en un plazo de 60 horas desde que emitió el auto, es decir, antes de que concluya el domingo- que determinen las circunstancias en las que resultó herida.
En la imagen, agentes policiales registran el inmueble donde sucedieron los hechos. / Quique Curbelo / EFE
Las peticiones médicas
Quiere aclarar si las quemaduras que presenta la menor se pudieron producir por la «combustión continuada sobre la piel del burka que llevaba puesto», aunque en el primer parte médico de asistencia a la víctima señalan que la encuentran sin ropa.
En las diligencias, también solicita al hospital un informe que especifique si las quemaduras se pudieron producir -tal y como sostiene el detenido- al estar acostada en un colchón sin que se utilizase ningún acelerante o, por el contrario, de acuerdo con las lesiones que tiene se tuvo que utilizar algún producto químico. Y si las heridas son compatibles con el esqueleto de un colchón de muelles metálico que quedó totalmente carbonizado.
Otro aspecto que despierta dudas en el juez es cómo, si estaban durmiendo en el mismo colchón que se prendió fuego, la víctima puede tener lesiones tan graves y él tan solo una leve quemadura en el lateral inferior de la pierna izquierda. La explicación que habría ofrecido Abarrafia es que él se despertó antes cuando notó el olor a quemado y logró escapar de las llamas saltando el muro de la casa abandonada en la que estaban.

En la imagen, el inmueble donde sucedieron los hechos. / Quique Curbelo / EFE
Informe policial
A la Unidad de Policía Científica de la Policía Nacional les exige un informe provisional que detalle el origen del fuego, el foco del incendio y los restos que hallen de la ropa de la víctima o de los esqueletos del colchón. El Juzgado dispone de una grabación audiovisual aportada por la Policía de una cámara callejera que captó las llamas.
También solicita a la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria -los primeros en intervenir- el atestado completo con la declaración de todos los agentes que acudieron al lugar. Fue a ellos a quienes la menor, cuando la localizaron tras recibir la llamada de alerta de un incendio, les dijo que Abarrafia la había quemado «lanzándole un papel prendido». Esa acusación, y única declaración que pudo realizar antes de ser sedada, motivó la detención del joven, que estaba con ella en la vía pública después de que la adolescente pudiese salir también de la casa en llamas.
Un testigo ha asegurado que los vio esa noche a los dos caminando por la calle Roque Nublo, él tras ella, y que ella «manifestaba a viva voz» que el individuo la había quemado.

La Policía Nacional ha detenido esta madrugada a un joven acusado de provocar quemaduras muy graves con material combustible a una menor de 17 años en una vivienda del barrio de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria. En la imagen, agentes policiales delante del inmueble donde sucedieron los hechos. / Quique Curbelo / EFE
Grave y sedada
La víctima permanece grave pero reacciona al tratamiento médico en Sevilla, donde ya le han podido rebajar la sedación. Del primer 95% de la superficie corporal quemada, tras casi tres días de cuidados, preocupa el 40% de las lesiones. Las próximas horas seguirán siendo cruciales, ya que se desconoce qué daños internos -sobre todo en los pulmones- puede tener.
En el hospital la acompaña personal del centro de menores de Valsequillo en el que vivía, que mantiene su guarda y custodia, la madre y una psicóloga contratada por el Gobierno de Canarias.
En cuanto al investigado, permanecerá en prisión, en calidad de detenido, hasta el lunes por la mañana, cuando volverá a comparecer ante el juzgado para prestar declaración después de que el magistrado pueda analizar todos los informes solicitados.
A Abarrafia H., que llegó en patera a Lanzarote a principios de junio, se le investiga, en principio, por un delito de tentativa de homicidio, una calificación provisional a la espera de conclusiones que puedan derivarse de la petición de las nuevas pruebas.