«Que comece o mellor partido…». Esa frase resume el espíritu deportivo de la pregonera de las Fiestas del Apóstol, la jugadora de baloncesto Blanca Millán Modia (Santiago,18 de mayo de 1998), al dirigirse anoche en el Obradoiro a sus vecinos y vecinas desde la balconada del Pazo de Raxoi. Les alentó a gozar de la celebración con un discurso que utilizó varias metáforas basketeras.
«Que os abrazos sexan coma bloqueos ben feitos: que abran camiños. Que as rúas sexan canchas, e as prazas, puntos de encontro». Formada en el colegio Peleteiro y actual integrante del Baxi Ferrol, Blanca Millán reivindicó en su discurso un mayor apoyo para el deporte femenino compostelano.
«Hoxe, son xogadora profesional de baloncesto, pero sigo sendo a nena que xogou nos pavillóns desta cidade, que adestrou baixo a choiva… que foi, é, e será afeccionada do Obradoiro e que mantén aqueles soños que parecían imposibles. Sen embargo, cheguei aquí, non por talento, senón pola constancia… Pido máis apoio para o deporte feminino, máis recursos. Non só por nos, polas que estamos agora, senón por todas as que veñen detrás. Para que non teñan que loitar por ocupar un espazo que é seu por dereito», dijo Blanca Millán aplaudida.
Alusión a otras pregoneras
Su mensaje llegó un año después del de Lucía Freitas, chef santiaguesa que tuvo el honor de dar el pregón el pasado año.
«Cando pensaba nas persoas que teñen pasado por aquí, Lucía Freitas, as Leilía ou Vero Boquete preguntábame se podería estar á altura delas», indicó Blanca Millán.
Blanca Millán acompañada de miembros de la corporación municipal / Antonio Hernández
Compostela es ciudad de baloncesto, por eso el entrenador de Pontepedriña, Moncho Fernández fue pregonero del Apóstol en 2012 y ahora lo es esta jugadora que, como Fernández, lleva al Obra tatuado en el alma allá donde esté, lo sabe él que hoy entrena al Girona (ACB), y ella que, incluso en sus días universitarios en EEUU (Maine) seguía cada semana al equipo compostelano, ese donde su padre, Carlos Millán jugó en los primeros años 80 con compañeros como Abel Amón, que al saber que ella sería la encargada de abrir los festejos, dijo a este diario: «¡Cuanto me alegro de que Blanca sea la pregonera! Soy muy fan de toda la familia Millán».
Su momento favorito
Antes del pregón, Blanca Millán, la mujer que de niña era fan de comer ese trozo de nube ligera sin lluvia llamado algodón de azúcar, que tanto disfrutaba entonces junto a su hermana Silvia, cumplió este viernes con la rutina diaria de quien vive de anotar canastas porque la élite exige mucho (su actual equipo fue finalista de la Eurocup femenina). Así, entrenó por la mañana en su ciudad natal, y , ya por la tarde, tras compartir tiempo con su familia y amistades, visitó el Concello para firmar en el Libro de Honor durante una recepción encabezada por la alcaldesa, Goretti Sanmartín, ante más integrantes de la corporación municipal, como la concelleira de fiestas, Pilar Lueiro, que fue quien llamó al móvil de la propia Millán para proponerle la jugada más inesperada de sus 27 años de vida: ser pregonera del Apóstol en un julio de 2025 alejado en años de sus días de infancia, pero bien cercano si se cuenta el tiempo con el calendario del corazón.

Parte del público congregado en el Obradoiro / Antonio Hernández
Cita a clubes de Santiago
«No colexio Peleteiro comecei a botar o balón, sen imaxinar que aquel xesto se repetiría milleiros de veces nos anos seguintes. Lembro a pista do colexio das Fontiñas, o frío da primeira hora da mañá en Vite, a sensación de luxo de xogar no Lorenzo de la Torre ou en Santa Isabel. E, sobre todo, lembro as compañeiras, as viaxes en bus, os partidos contra clubs que loitaban con paixón malia os poucos apoios: Pío XII, Cluny, Compañía de María, La Salle, As Fontiñas…», contó Blanca Millán.
Momento favorito

Concierto de Biznaga en la Quintana / Antonio Hernández
La jugadora picheleira, que estuvo el pasado fin de semana en la boda gallega de Tyson Pérez (pívot hispanodominicano del Unicaja) y Laura Tejeiro, y de pasar antes por el campus deportivo de los hermanos Quintela en Mosteiro (Concello de Pol, Lugo), sumó este viernes aplausos durante una primera jornada de las Fiestas del Apóstol que prosigiuió con conciertos de Biznaga (en la Quintana) y el Grupo Alcázar (Alameda), y que contó con chave ante la escuela de Santa Susana y danza en San Martín Pinario, momentos de un (com)partido festivo que dura hasta el día 31 con Blanca Millán, fan de la cerámica Sargadelos, aprovechando cada tiempo muerto para disfrutar de las fiestas y de alguna nube de algodón de azúcar, cual triple eterno en los aros de la nostalgia. Por eso, al concluír su discurso, Blanca sonrío y se llevó la mano derecha al corazón.