Delaporte y Juanjo Bona han revolucionado este viernes el anfiteatro de Lanuza en Pirineos Sur, convirtiéndolo en una pista de baile llena de frenesí. Ha calentado la noche el que fuera finalista de ‘OT’ y ganador de ‘Jotalent’, con una actuación intensa, arropada por sus incondicionales y entregados fans; después Sandra Delaporte y Sergio Salvi han apretado el acelerador y las revoluciones para llevar a los miles de espectadores hasta el éxtasis. Sin duda, ha sido la noche con el público más joven, los protagonistas de la jornada.
Aún no había caído el sol y decenas de fans se amontonaban a las puertas del recinto. A las 20.00 horas comenzó una carrera para coger el mejor sitio y ver a Juanjo Bona. El artista, con tan solo 21 años, ya levanta auténticas pasiones y es el aragonés más joven que ha actuado en Lanuza.
Una propuesta muy sólida
Su paso por los concursos de televisión le lanzó a la fama, pero la publicación de su primer disco ‘Recardelino’ ha supuesto la constatación de que su propuesta es muy sólida: ha logrado aunar tradición y modernidad con una colección de canciones deliciosa.
Su concierto ha significado una puesta al día de la jota aragonesa, con una producción potente y una interpretación apasionada y valiente. Una renovación del género que está convenciendo a un público muy joven (mayoritariamente procedente del fenómeno televisivo que es ‘OT’), pero que está consiguiendo derribar barreras para llegar a un público de lo más variopinto.
Delaporte, todo baile en Pirineos Sur. / Jaime Oriz
El desenfreno de Delaporte
El desenfreno ha llegado cuando Sandra Delaporte y Sergio Salvi, Delaporte, han pisado el escenario. El dúo, apoyado por batería y un teclista, ha salido con todo el cargador lleno y ha convencido con sus canciones tecno pop que son pura adrenalina. Sandra Delaporte es una cantante que salta, grita, baila, corre, arenga al público… Y ese papel ha asumido a la perfección sobre las aguas de Lanuza.
A su lado, Sergio Salavi, más hierático, parapetado tras sus ordenadores, ha lanzado las bases electrónicas sin tregua para conseguir la comunión musical con los espectadores de las mejores noche de la historia de Pirineos Sur.

El público de Juanjo Bona no ha dudado en refrescarse en el pantano. / Jaime Oriz
Ha sido un concierto que empezó muy arriba, pero ha finalizado aún más alto. Con ‘Ángel caído’ y su versión de ‘Toro’ de El Columpio Asesino han logrado subir la temperatura del pantano. La fiesta de Pirineos Sur no para y lo mejor es que todavía le queda mucha mecha para quemar.