Nadie diría que viene del infierno. Nadie diría que se peleó con la muerte en su accidente en el Gran Premio de Catar. Nadie diría que estuvo cuatro días en la UCI de un hospital de Doha, donde pensó que no volvería, no ya a correr, ni siquiera a caminar. “He tenido que volver a aprender a andar”. Nadie diría que llevaban 96 días sin competir. Nadie lo diría y, sin embargo, el madrileño Jorge Martín, flamante campeón del mundo de MotoGP, ha hecho, hoy, en Brno, en la República Checa, un espectacular y exitoso regreso al Mundial de MotoGP.
No se escondió y reconoció que su mayor temor en su primer día auténtico de esta temporada ha sido comprobar que el equipo y la fábrica Aprilia le quieren, ha olvidado ya el desplante que les hizo hace unos meses, su acto absurdo de rebeldía y le ha recibido con los brazos abiertos. Eso le ha abierto a él, a ‘Martinator’, las puertas de la esperanza e ilusión y como ganas, pasión y calidad le sobran, ha terminado quinto en un día de perros, capaz de asustar al más valiente de los gladiadores de MotoGP.
Jorge Martin firma unos posters antes de atender a la prensa, hoy, en Brno. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS
“Claro que estoy contento, muy contento. Claro que estoy orgulloso, muy orgulloso, de lo que hemos hecho como equipo y, por descontado, no podía soñar con mejor regreso. Me faltan kilómetros, me faltan carreras, aquí dentro hay pilotos que van muy, muy, rápidos y que, a día de hoy, me es imposible seguir, pero la vuelta no ha podido ser ni más feliz ni más exitosa, ser quinto, de momento, meterme en la Q2 es muy, muy, importante”.
‘Martinator’ confesó que no estaba nervioso porque se había preparado a conciencia para este momento. “La moto ya está hecha, la moto es totalmente distinta, bueno, es nueva, con respecto a la primera Aprilia que pilote y, ahora, he de ser yo quien debe adaptarse a la moto”.
Y, por descontado, quiso agradecer a todos los miembros del equipo Aprilia que, tal y como informó El Periódico hace quince días, estaban deseosos de demostrarle a su campeón, no solo el afecto y admiración que le tienen, sino confirmarle que se han olvidado de todo lo ocurrido.
«Todo ha ido de maravilla. He de reconocer que, antes de venir, tenía cierto miedo, no sabía cómo me recibiría el equipo, pero todos, en Aprilia, han estado estupendos. Todos remamos ya en la misma dirección».
“La sintonía ha sido maravillosa y, sí, no miento cuando reconozco que tenía cierto miedo de cómo me recibiría el equipo”, comentó ‘Martinaor’ tras acabar su feliz jornada de regreso a la competición. “Ahora sé que vamos a remar todos en la misma dirección. Aprilia y yo hemos pasado página y ya solo pensamos en ganar carreras. Lo que ocurrió, ocurrió y ya pasó, solo existe el presente y un futuro que nos vamos a trabajar juntos”.
Y, respecto a esta primera toma de contacto y primeros dos entrenamientos, Martín, con expresión muy, muy, modesta, sí quiso reconocer que cuando uno es campeón debe demostrarlo en estos momentos. “Confío ciegamente en mi trabajo, confío en lo que soy, por algo conseguí el título el año pasado. Seguiré trabajando en la misma dirección del pasado curso y, por descontado, aspiro a estar cuanto antes con los más rápidos. Necesito tiempo, necesito kilómetros, necesito entrenamiento y competir, pero estamos listos para ello. Yo y Aprilia, por descontado”.
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