Un control más exhaustivo de la calidad de las aguas y factores ambientales como el temporal de levante, las lluvias del pasado fin de semana y el aumento de la temperatura del agua, que provoca que la bacteriología se mantenga durante más tiempo, son factores que explican el aumento del cierre de playas en la Comunitat Valenciana.
Así lo señala la jefa del Servicio de Calidad de Aguas de la Conselleria de Medio Ambiente, Marisa Bueno, que indica que todos los años es habitual el cierre de playas pero reconoce que este verano está siendo «más complicado» ya que en la primera quincena de julio se ha clausurado al baño una veintena de playas en la Comunitat.
Desde 1987 existe el Programa de Control y Vigilancia de las Zonas de Baño, que se renueva anualmente actualizando las zonas y los mecanismos de control y se estiman cerca de 5.000 análisis por temporada.
El ámbito de aplicación del Programa de Control en 2025 comprende las 265 zonas de baño censadas en la Comunitat Valenciana (250 marítimas y 15 continentales), que se controlan semanalmente mediante 293 puntos de muestreo (278 marítimos y 15 continentales), informa la Conselleria de Medio Ambiente.
En el caso de que se alcancen, en los parámetros indicadores, valores que supongan el doble de los niveles máximos admisibles se calificará, de forma puntual, la playa como «no apta para el baño», y desde el Servicio de Calidad de Aguas se realiza la apertura de episodio de «contaminación de corta duración» y del protocolo, procediendo al cierre de la playa pare el baño y remuestreos hasta obtener resultados inferiores a los niveles máximos admisibles.
Calificación «excelente» en el 91 % de las zonas de baño
La Conselleria de Medio Ambiente señala que, pese a episodios puntuales, más del 91 % de las zonas de baño tienen una calificación excelente.
En semanas pico puede haber unos 5 o 6 cierres de 300 puntos, añade, lo que «evidencia que se trata de episodios puntuales» y por norma general suelen ser vertidos por alguna fuga de la red del alcantarillado municipal o arrastres que se producen en acequias o ríos que desembocan en puntos cercanos a zonas de baño.
La jefa del Servicio de Calidad de Aguas de la Conselleria de Medio Ambiente, Marisa Bueno, reconoce que este año está siendo excepcional, con más clausuras de playas de lo habitual.
«Hemos tenido temporal de levante, lluvias y la alta temperatura del agua, con un mar mucho más caliente de lo normal, se está notando en los resultados analíticos», explica, ya que la bacteriología, uno de los indicadores de contaminación fecal, «se mantiene más tiempo».
La Generalitat hace además «un control mucho más exhaustivo que lo que indica la normativa» -uno quincenal-, con análisis semanales en todas las playas, incluso las que tienen bandera azul y calidad excelente en sus aguas, que empiezan en la segunda quincena de junio y finalizan en la segunda de septiembre, doblando los análisis.
«Lo que nos afecta habitualmente son acequias, las golas y algún aliviadero de red de saneamiento», señala la jefa del Servicio de Calidad de Aguas, y en episodios de lluvias, como el intenso del pasado fin de semana, «muchas veces hay alivios de la red de saneamiento» que puede afectar al frente litoral.
Bueno recuerda que el cierre de las playas es preventivo y una recomendación, ya que esta contaminación en agua marina no causa riesgos graves para la salud sino leves, como infecciones cutáneas en caso de tener alguna herida cutáneas o conjuntivitis.
En estos momentos, informa la Conselleria de Medio Ambiente, solo permanece cerrada al baño, de forma preventiva, la playa de Mal Pas de Benidorm (Alicante) tras detectarse altos parámetros de contaminación de tipo fecal.