La Policía Nacional ha declarado que vio al acusado de un delito de intento de homicidio a un okupa en Ribeira en las grabaciones de la cámara de seguridad de la tienda de motos situada al lado de la vivienda donde se produjeron los hechos.
Tal y como han explicado los agentes a través de videoconferencia en la sección 6 de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, a través de las grabaciones y los testimonios de la gente que se encontraba en el lugar, pudieron identificar al acusado.
Además, la Policía Local ha ampliado que previamente a los hechos, mientras realizaban otro servicio en las inmediaciones de la vivienda okupa, el acusado apareció gritándoles que le habían robado la cartera al mismo tiempo que preguntaba dónde se encontraba la víctima.
En este contexto, sobre las 10.30 horas del 9 de abril de 2022, el acusado presuntamente propinó a la víctima un golpe violento en la cabeza con un objeto contundente (compatible con una pata de cabra, martillo o similar). La víctima quedó inconsciente, tendida en el suelo sobre un «charco abundante de sangre», apuntan los agentes.
La Fiscalía ha sostenido que en la mañana del 9 de abril de 2022, entre las 10.20 h y las 11.30 horas, el acusado se encontraba en el interior del edificio okupa de Ribeira, un inmueble ampliamente conocido como punto habitual de compraventa y consumo de sustancias estupefacientes, frecuentado por politoxicómanos.
El acusado, según su propio testimonio, llevaba varios días fuera de su domicilio, tras haber llegado a Ribeira el jueves anterior con una cantidad cercana a los 1.000 euros, que gastó en apenas 48-72 horas en cocaína, alcohol y porros.
Durante ese tiempo, estableció relación con la víctima, con quien consumió en el edificio. El acusado llegó a manifestar que le habían robado dinero, aunque posteriormente reconoció que no le faltaba.
A lo largo de la noche anterior a la agresión, el acusado entró y salió del edificio de forma reiterada en busca de droga. El sábado por la mañana, las cámaras de videovigilancia lo captan saliendo del inmueble, supuestamente «a pillar». Pese a negar amenazas directas, testigos informan de frases como «os voy a matar» o referencias a «Iván el Terrible», si bien el acusado aduce que fueron manifestaciones sin intención real, propias del entorno de consumo.
Preguntado por las amenazas que presuntamente profirió, el acusado ha asegurado que si las dijo fue «para meter respeto» porque era una zona que «intimidaba».
Por su parte, la víctima ha declarado que había ganado una suma de alrededor de 1.000 en el juego, de los que había prestado dinero al acusado para el consumo de droga. La mañana del sábado se encontraba durmiendo dentro de la vivienda cuando sintió un golpe que lo despertó, y se encontró con tres hombres, dos de ellos en la puerta y otro (el acusado) portando un objeto a su lado.
A continuación, ha apuntado, se despertó en la habitación del hospital, por lo que no recuerda nada. No obstante, durante su declaración a los agentes, manifestó que le había pegado «una persona de Rianxo» y que previamente no se había producido ninguna discusión con el acusado.
En este sentido, según los forenses, las lesiones sufridas por la víctima eran «potencialmente mortales, y podrían haberle causado la muerte de no haber recibido atención médica urgente». El golpe, de gran intensidad, provocó una fractura craneal con irradiación y una hemorragia interna compatible con edema cerebral.
La vista se ha suspendido parcialmente debido a la incomparecencia de cinco testigos circunstanciales (okupas de la vivienda). Con todo, se reanudará el próximo día 23 a las 11.00 horas.