La sala de plenos del Ayuntamiento de Alcúdia ha sido el escenario este jueves de la presentación del trazado terrestre del segundo cable eléctrico entre la península y Mallorca que reduce en un 67% el paso por zonas residenciales del municipio con respecto a las primeras versiones del itinerario. Ahora, tal y como adelantó este diario hace varias semanas, el cable se desviará por zonas rústicas y forestales para llegar desde la zona de sa Ferradura, en la bahía de Pollença, hasta el polígono de ca na Lloreta, donde se ubicará la estación conversora. También se ha habilitado el uso de carreteras y viales públicos para conducir la infraestructura.
No obstante, a pesar de que los representantes de las instituciones y empresas competentes, así como los miembros de la plataforma vecinal, hayan destacado que el itinerario presentado es fruto del consenso, el trazado no contenta a todos los vecinos del municipio, ya que los residentes en el camí de s’Alou y el camí de Muntanya, entre otras zonas diseminadas del municipio, por donde transcurre ahora la infraestructura, se consideran engañados y han empezado a organizarse para defender sus intereses porque no han formado parte de las reuniones celebradas desde que, hace un año, se firmase un protocolo para consensuar el trazado terrestre más beneficioso desde el punto de vista técnico, medioambiental, económico y social.
Mapa que muestra el itinerario del cable desde su entrada a la isla por sa Ferradura (arriba de la imagen) hasta su conclusión en el polígono de ca na Lloreta (parte inferior). / DM
El acto celebrado en el Ayuntamiento de Alcúdia ha contado con la presencia del conseller de Empresa, Autónomos y Energía, Alejandro Sáenz de San Pedro; la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor; el subsecretario del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Miguel González Suela; el conseller insular de Territorio, Movilidad e Infraestructuras del Consell, Fernando Rubio; la alcaldesa de Alcúdia, Fina Linares; y representantes de la plataforma vecinal que han participado en las negociaciones, entre otros cargos. Todos ellos se han felicitado por la “capacidad de consenso” que han tenido todas las partes para definir el trazado de una infraestructura que, según han subrayado, “supondrá un paso decisivo para la seguridad y calidad del suministro eléctrico y para el cumplimiento de los objetivos de transición energética de Balears”.
El trazado resultante será el que, en un principio, se habilitará por el interior del municipio de Alcúdia, después de que, con una longitud de unos 390 kilómetros submarinos, el cable llegue a la isla procedente de Castellón por sa Ferradura, cerca de la Victòria, desde donde iniciará su trazado terrestre.
El equipamiento “cuenta con el aval técnico, ambiental y normativo” y, además, “ha concitado el mayor apoyo social”. Cabe recordar que los vecinos de la plataforma se decantaron por este trazado de forma mayoritaria en una asamblea celebrada el pasado mes de mayo. Las partes involucradas aseguran que el punto de aterraje en sa Ferradura es el que presentaba un “menor impacto ambiental” sobre las pradersa de posidonia, después de haber analizado hasta 13 alternativas propuestas tanto por Red Eléctrica, promotora de la infraestructura, como por el resto de administraciones autonómicas y locales.
Tal y como ya informó este diario, desde sa Ferradura, el trazado avanza por el Camí de s’Alou, enlaza con la carretera MA-3460 y sigue por la pista forestal del Puig de Sant Martí antes de llegar al polígono de ca na Lloreta. “Tanto el punto de aterraje como como el trazado terrestre se compatibilizan con la futura interconexión eléctrica entre Mallorca y Menorca”, destaca Red Eléctrica. Ahora, la actualización del trazado deberá someterse a un nuevo proceso de información pública, evaluación ambiental y tramitación administrativa para la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental y las preceptivas autorizaciones.
Durante el acto se ha destacado que esta segunda interconexión eléctrica entre la península y Mallorca es un “proyecto estratégico” para el sistema eléctrico balear. Ambos enlaces podrán suministrar el 65% de la demanda de Balears, lo que “supondrá una reducción de más de 900.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 y un ahorro de costes del sistema eléctrico de unos 150 millones de euros al año”.
“Nos han pasado el muerto sin avisarnos”
Pero no es oro todo lo que reluce. Unos 30 vecinos del municipio se han concentrado en el exterior del Ayuntamiento de Alcúdia, donde antes se han entrevistado con la alcaldesa Fina Linares, para exteriorizar su descontento con el trazado definitivo que afecta a sus propiedades y porque se sienten excluidos del “consenso” alcanzado entre las instituciones y los vecinos integrados en la plataforma. “Nos han pasado el muerto a nosotros, sin avisarnos”, ha lamentado el portavoz de este grupo vecinal, Joan Domenech, quien ha registrado un escrito de protesta en el Ayuntamiento ‘alcudienc’.

Grupo de vecinos descontentos con el trazado, concentrados frente al Ayuntamiento. / J. Frau
Estos vecinos, que residen en el Camí de s’Alou, el Camí de Muntanya y en otras zonas dispersas del municipio por las que el cable pasará a poca distancia, aseguran haberse enterado hace pocos días del trazado definitivo. Muchos pudieron informarse a raíz de la información de este diario. “A nosotros nadie nos ha llamado para sentarnos en la mesa donde se ha consensuado el trazado”, denuncian. “Hemos querido dejar claro que en el acuerdo se plasme que no todos los vecinos de Alcúdia están de acuerdo”, ha añadido el portavoz.
En este sentido, Sebastià Pujol, el portavoz de la plataforma Vecinos de Alcúdia Afectados por el Cable (VAAC), que ha participado desde el primer momento en las negociaciones, niega que se haya dejado de lado a este sector de residentes y asegura que la plataforma ha luchado por los intereses de todos los vecinos. Pujol destaca que, gracias a la intervención de la plataforma, el trazado del cable estará reforzado por un sistema de protección contra los campos electromagnéticos. “Siempre hemos buscado el trazado que afecte al menor número posible de viviendas”, concluye.