“Un piloto que dejó Sachsenring, en 2023, como un vagabundo, maltrecho y sin aliento, pero que logró reconstruirse no solo física sino, sobre todo, mentalmente, ha vuelto a dar una lección de vida. Ese Márquez ”menos algo”, como le gusta llamarle a Carlo Pernat, regresó este pasado fin de semana a su jardín sin certezas, pero con la inquebrantable convicción de querer demostrar algo al mundo y, sobre todo, a sí mismo. Fue, sin duda, una lección de Deporte pero, sobre todo, una lección del Deporte. De la que todos pero, muy especialmente, sus detractores, deberían aprender: cae siete veces, levántate ocho”.
El veterano periodista italiano Paolo Scalera (gpone.com) arrancaba así su artículo de opinión del domingo por la noche, cuando Marc Márquez Alentá, de 32 años, ocho veces campeón del mundo y actual dictador del Mundial de MotoGP, lograba su cuarto doblete (victoria el sábado y victoria el domingo) de la temporada.
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Scalera, como muchos de los presentes en la sala de prensa de Sachsenring, no podía por menos que mostrar su admiración, no solo por todo lo hecho y conquistado por el mayor de los Márquez sino por la manera que lo ha hecho y, sobre todo, por el viacrucis de operaciones, rehabilitaciones, gimnasio y entrenamiento que ha tenido que superar desde que, en 2020, se fracturase el húmero derecho.
«No es lo mismo, no, caer lesionado cuando estás arriba, que durante el camino a llegar. Y, en la recuperación, necesitas a toda tu gente a tu lado. Necesitas, incluso, que te engañen a veces y te digan que todo va bien, aunque no sea verdad».
Con ese reconstruido Marc Márquez pudimos dialogar, durante algunos minutos, mientras guardaba turno en la sala de prensa de Sachsenring. Y hablamos, precisamente, de tres dolorosísimos casos, de tres desgracias, sino tan graves y desesperantes como la suya, que duró tres años, sí tan desgraciadas como aquel accidente de Jerez que truncó la mejor trayectoria en décadas de un deportista.
Jannik Sinner conversa con Grigor Dimitrov tras sufrir la lesión en Wimbledon.aro. / WIMBLEDON
Marc estaba cuando el campeón Jorge Martín sufrió las graves caídas en Sepang y Catar que han aplazado su estreno como campeón, cosa que hará, este fin de semana, en Brno (República Checa). Marc vio, por TV, como el tenista búlgaro Grigor Dimitrov, propenso a las lesiones, se derrumbaba en la Centre Court, de Wimbledon, con rotura parcial del pectoral derecho, cuando estaba humillando al nº 1 mundial, el italiano Jannik Sinner. Y Marc vio, por TV también, como el ‘Lamine Yamal’ del Bayern de Munich, Jamai Musiala, se fracturaba el peroné y el tobillo izquierdo en el Mundialito de EEUU.
De todo eso hablamos sentados en un rincón de aquella inmensa sala de prensa, fría, con más nubes que sol fuera, mientras el campeonísimo catalán esperaba turno para explicar que había sido, de nuevo, como siempre, el más rápido del día en su jardín. Luego, a lo largo del fin de semana, seguimos cruzando algunos comentarios, en su ir y venir por el ‘paddock’ de Sachsenring, para completar esta pequeña historia.
«Tú debes trabajar duro, con los tuyos, para recuperarte físicamente y no perder nunca la pasión. La velocidad no te abandona nunca. Lo que pierdes es la confianza y, cuando recuperas la confianza, vuelves a ser rápido»
“Veamos, lo primero de todo, cuando te ocurre una desgracia así, cuando te llevas un palo de esas dimensiones, es pensar tener gente a tu alrededor, tanto familiar como personalmente como en tu equipo de trabajo diario que te ayude a parar el golpe, que es terrible”, comenta Marc, mientras gira su cuerpo hacia mí, ladeándose en la silla, por cierto, incomodísima. “¿Terrible por qué?, porque te ha pasado a ti y solo a ti. Primero, porque eso no lo puede entender y sufrir nadie mejor tú y, segundo, porque te ha ocurrido, como les ocurrió a esos jóvenes y a mí cuando estabas en uno de los mejores momentos de tu carrera deportiva. Y ¡ojo! a ese dato: no es lo mismo lesionarte de gravedad cuando estás en la cúspide, que cuando estás peleando por ascender”.
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“El segundo aspecto que creo es fundamental para volver a empezar, para levantar el ánimo mientras te tratas, te pones en manos de los mejores médicos, cirujanos y recuperadores, es mentalizarte de que lo vas a conseguir, que podrás volver a ser el de antes, sea cual sea la lesión”, continúa explicando el nuevo líder de Ducati y de la máxima categoría del Mundial de dos ruedas. “Que te haya sucedido esa desgracia estando en la cima también te puede, te debe, servir de motivación, de empuje: voy a volver a estar allí arriba ¡que caray!”
Se van alargando las entrevistas de los que le precedieron en el turno del viernes en Sachsenring, el australiano Jack Miller y el catalán Alex Rins, que bien. Marc cree que siguen siendo vitales, fundamentales, las ayudas de la gente de tu alrededor. “En mi caso, por ejemplo, mis padres, Roser y Juliá, mi hermano Àlex, un auténtico tesoro, el mejor motivador del mundo, José, mi amigo y asistente de toda la vida, mi equipo en los circuitos, mi segunda familia, los doctores, los cirujanos, los fisios..No solo deben empujarte en la pelea, ayudarte a superarte, estar ahí siempre, sino que, a veces, es bueno que te engañen, que te digan ‘venga, que esto va de fábula’, cuando, probablemente, no has avanzado ni un metro, pero deben decírtelo, deben engañarte, forma parte del regreso”.
Vital, cuenta Marc, no dejar de pensar “nunca, nunca” en tu deporte. “Veamos, no quiero decir seguir obsesionado con tu deporte, con lo que hacen tus rivales, tus colegas, no, no, lo que digo y/o recomiendo, es seguir sabiendo de ellos, seguir la competición y todo lo que rodea tu especialidad. Nunca debes desconectar. Es como si te gusta el chocolate mucho, mucho y, de pronto, estas dos o tres meses sin probarlo. Tal vez cuando quieras volver a comer chocolate, ya no te guste. ¡Imagínate que te pasa eso!, pues, sí, puede ocurrir”.
«Una cosa que no debes hacer, es abandonar tu deporte. Debes seguir interesado en todo lo que ocurre en tu deporte. Es como si dejases de comer chocolate durante dos meses, luego, cuando quieres volver a comer chocolate, igual ya no te apetece»
Marc cree que todos ellos son unos locos, unos apasionados de su deporte y de todo lo que rodea su especialidad. “¡Claro que estamos aquí porque es nuestra profesión!, porque queremos ganar, hacer disfrutar a la gente con lo que hacemos pero, también, porque sentimos pasión por las motos, el tenis, el fútbol, lo que sea. Y es, en esa medida, en la que, cuando estás en el suelo debes levantarte, piensar si serás capaz de recuperarte del todo y, sobre todo, si podrás volver a ser lo competitivo que eras antes”.
Marc lo ha logrado de forma soberbia, ejemplar. Él mismo reconoce que si no se hubiese visto ganador, se hubiera retirado. “No sé si los demás sabrían ser quintos, sextos o séptimos. Yo, no, yo no seguiría en las motos para acabar en mitad del pelotón. Una cosa sí te digo: la velocidad está ahí, la velocidad no se va, la velocidad no te abandona. Te abandona la confianza. En cuanto recuperas la confianza, vuelves a ganar, vuelves a ser rápido. Todo te sale fluido”.
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Pero no todo el mundo lo consigue. “¿Sabes por qué no todos lo consiguen?, porque queremos volver a estar arriba del todo y eso, amigo, es durísimo y dificilísimo. Te tienen que acompañar demasiadas cosas, detalles y no siempre consigues agruparlos, no siempre”.
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