No es una marca registrada, tampoco es de una gran multinacional. Y sin embargo, está arrasando. Se llama “chocolate Dubái” y nació con la misión de convertirse en la barra más golosa, crujiente y exagerada del mercado. Y parece que lo está consiguiendo.
El creador de contenidos gastronómicos Víctor G (@vrglez_) lo ha confirmado en uno de sus últimos vídeos: “Imagínense ir al supermercado y de repente, por la cara… ¡chocolate de Dubái de cacahuete! Súper relleno… me recuerda muchísimo al Kinder Bueno”. Y añade con honestidad: “Como fan del pistacho, yo me quedo con el de pistacho, pero este está de locos también”.
¿Qué tiene de especial?
Lo que hace irresistible al chocolate Dubái es su fórmula provocadora: rellenos cremosos, texturas crocantes y un aspecto tan grotesco como apetitoso. Cuanto más excesivo parece, más lo comparte la gente. Un fenómeno que ha encontrado su hábitat natural en TikTok, Instagram y YouTube Shorts, donde las reacciones ante sus mordiscos ultra cremosos generan millones de visualizaciones.
“Creo que la gente que sea más asidua a chocolatinas tipo Kinder Bueno va a alucinar con este nuevo chocolate Dubái de crema de cacahuete o maní. Y lo mejor: ya se puede encontrar en España”, apunta Víctor G.
Un dulce con historia aunque no tenga marca
El llamado “chocolate Dubái” nació en 2021 de la mano de Sarah Hamouda, una emprendedora británico-egipcia afincada en Emiratos Árabes. Su objetivo no era lanzar una marca registrada, sino un concepto de chocolate inspirado en el postre tradicional de Medio Oriente: el knafeh. Quería una barra que combinara texturas suaves, relleno cremoso y un toque crocante, y el resultado fue una chocolatina que parece diseñada para ser fotografiada y devorad).
Curiosamente, “chocolate Dubái” no es una marca oficial, sino un formato. Una especie de receta abierta que ha sido replicada, reinterpretada y distribuida por múltiples fabricantes, sobre todo en Oriente Medio, pero que empieza a ganar espacio en supermercados europeos, incluida España.
¿Por qué se ha hecho viral?
El secreto está en el espectáculo. En redes sociales, cuanto más llamativa es la textura crujidos, rellenos que se desbordan, capas partidas a cámara lenta, más engagement generan los vídeos. Y el chocolate Dubái es perfecto para eso: capas gruesas, cremas de pistacho o cacahuete y una estética que mezcla lujo con exceso.
Cada vez que aparece en un vídeo, se repite la misma reacción: ojos abiertos, mordisco lento y un “wow” inevitable. Es dulce, es exagerado, y sobre todo: parece diseñado para compartir (y presumir).
¿Dónde conseguirlo?
Aunque surgió en Dubái y se popularizó en países como Egipto, Arabia Saudí y Turquía, ya hay versiones disponibles en España. Algunos supermercados, tiendas online y colmados internacionales lo tienen bajo distintos nombres o etiquetas (a menudo simplemente como “chocolate Dubái”). “Lo encuentras sin buscarlo. Entras por una cosa y sales con esta bomba entre las manos”, bromea Víctor G en su vídeo.
El chocolate Dubái no es solo una chocolatina. Es parte de una tendencia gastronómica donde la estética, la exageración y la viralidad valen tanto como el sabor. No es apto para quienes buscan algo discreto. Pero sí lo es para quienes disfrutan probando lo nuevo, lo curioso, lo visualmente irresistible.