La forma en que el cambio climático afecta a la producción agrícola es algo sobradamente estudiado por la ciencia, pero no hay tantos datos sobre cómo afecta este fenómeno a la ganadería. Cómo afectará a los animales el calentamiento que experimenta el planeta ha sido objeto de un estudio publicado en la revista Science Advances, que ha llegado a la conclusión de que un día de calor extremo puede reducir la producción de leche hasta en un 10%. Además, los efectos de ese calor pueden durar más de 10 días, ya que la estrategia de mantener a las vacas refrigeradas resulta insuficiente.
“El cambio climático tendrá amplios impactos en lo que comemos y bebemos, incluyendo un vaso de leche fría”, afirma uno de los coautores del estudio, Eyal Frank, profesor adjunto de la Escuela Harris de Políticas Públicas, en Chicago, EEUU.
La producción de leche se ve afectada por el calor extremo / Agencias
“Nuestro estudio demuestra que el calor extremo tiene impactos significativos y duraderos en el suministro de leche, e incluso las granjas con tecnología de punta y recursos más eficientes están implementando estrategias de adaptación que podrían no ser suficientes para afrontar el cambio climático”, añadió.
Amplio estudio de campo
Los investigadores estudiaron la industria láctea en Israel, que dispone de un sistema lechero avanzado representativo de los principales países productores de leche. Los científicos analizaron datos meteorológicos locales para medir el impacto del calor en más de 130.000 vacas lecheras israelíes a lo largo de 12 años. Posteriormente, encuestaron a más de 300 productores lecheros para determinar la eficacia de las tecnologías de refrigeración.
“La industria láctea en Israel es un buen banco de pruebas porque las granjas están dispersas por todo el país y experimentan una amplia gama de temperaturas y humedad que representan las condiciones de los principales países productores de leche del mundo”, afirma el coautor Ram Fishman, profesor asociado de Políticas Públicas en la Universidad de Tel Aviv. Además, casi todos los ganaderos ya han adoptado sistemas de ventilación y aspersión para mantener a sus vacas más frescas.

Vacas lecheras en una explotación industrial / Agencias
El equipo de investigadores descubrió que la producción de leche disminuyó significativamente en días calurosos y húmedos, hasta en un 10% cuando las temperaturas de bulbo húmedo superaron los 26 °C. Las temperaturas de bulbo húmedo son las que combinan información sobre la temperatura ambiente del aire y la humedad. De este modo, ofrecen una medida que refleja mejor el estrés térmico. La misma temperatura ambiente del aire se percibe de forma muy diferente en días secos o húmedos para las personas y las vacas.
Tras una jornada de calor extremo, la producción de leche tarda más de 10 días en recuperar sus niveles normales
Cuando las vacas se exponen a este calor húmedo, a menudo conocido como condiciones de «baño de vapor», la producción de leche tarda más de 10 días en recuperarse a niveles normales. Si bien casi todas las granjas encuestadas habían adoptado tecnologías de refrigeración, estos sistemas de adaptación solo compensaron aproximadamente la mitad de las pérdidas en días de 20 °C. Y, además, cuanto más calor hace, menos ayudan. En concreto, con 24 °C, compensan el 40% de las pérdidas.
Aun así, los investigadores consideran que vale la pena instalar equipos de refrigeración, ya que los ganaderos pueden recuperar los costes de la instalación en aproximadamente un año y medio.
“Los productores lecheros son muy conscientes de los impactos negativos que el estrés térmico tiene en sus rebaños y utilizan múltiples formas de adaptación”, afirma el coautor Ayal Kimhi. “La adaptación es costosa, y los ganaderos deben sopesar cuidadosamente los beneficios que obtienen con los costes. Por eso vemos cierta inversión en medidas de refrigeración, pero no logra producir un aislamiento completo de las vacas de su entorno, lo que sería demasiado costoso”.
Reducción media del 4% en la producción diaria
Los investigadores utilizan estas estimaciones para mostrar cómo el cambio climático podría afectar la producción de leche a nivel mundial para mediados de siglo y qué países se beneficiarían más de la adaptación. Descubren que, sin refrigeración, los 10 principales países productores de leche podrían ver una disminución del 4% en la producción diaria promedio de leche, con algunos países más afectados que otros.

Instalación lechera / Agencias
Tres de los cinco principales productores (India, Pakistán y Brasil) experimentan mayores pérdidas: entre el 3,5% y el 4% por vaca al día. También son los países que más se benefician de la refrigeración. Sin embargo, incluso con refrigeración, los cinco mayores productores (incluidos Estados Unidos y China) aún experimentan pérdidas de entre el 1,5% y el 2,7% por vaca al día.
“Nuestra investigación subraya el valor y las limitaciones de las tecnologías de refrigeración y otras iniciativas de los productores lecheros para adaptarse al cambio climático”, afirma la autora principal, Claire Palandri, investigadora postdoctoral de la Escuela Harris de Políticas Públicas. “Los responsables políticos deberían buscar más estrategias no solo para enfriar a las vacas, sino también para reducir los factores de estrés, como el confinamiento y la separación de los terneros. Los factores de estrés hacen que las vacas sean más sensibles al calor y menos resistentes al frío”.