Las acciones de Renault se desploman este miércoles más de un 17% en el Cac 40 francés, hasta los 34,57 euros, tras la publicación en la tarde del martes de sus resultados preliminares del primer semestre de 2025 y el recorte de sus previsiones para el conjunto del año.
El grupo automovilístico achacó esta revisión a un mes de junio con un rendimiento inferior al esperado, marcado por menores volúmenes de ventas y una creciente presión comercial, especialmente en el segmento de vehículos comerciales ligeros en Europa, donde el mercado minorista muestra señales de contracción.
Como consecuencia, Renault Group rebajó sus objetivos anuales tanto en margen operativo como en flujo de caja libre. Ahora estima que su margen operativo rondará el 6,5%, frente al entorno del 7% previsto anteriormente. En cuanto al flujo de caja libre, la nueva previsión lo sitúa entre 1.000 y 1.500 millones de euros, por debajo del objetivo anterior de unos 2.000 millones.
En paralelo, la compañía anunció el nombramiento de Duncan Minto como CEO interino, tras la dimisión el mes pasado de Luca de Meo. Renault indicó que el proceso para seleccionar a un nuevo consejero delegado permanente está «muy avanzado» y que el nombramiento oficial podría producirse en breve.
Pese al contexto adverso, la facturación preliminar del grupo durante el primer semestre alcanzó los 27.600 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 2,5% respecto al mismo periodo del año anterior. El margen operativo se situó en el 6%, mientras que el flujo de caja libre se limitó a 47 millones de euros, lastrado por una variación negativa del capital circulante de unos 900 millones.
Stellantis cae un 4%
Las acciones de Stellantis, el conglomerado de marcas como Opel, Peugeot, Citroën, Fiat, Lancia o Alfa Romeo, retrocedían este miércoles un 3,8% en la Bolsa de Milán, hasta los 8,20 euros por título, después de que el grupo automovilístico anunciara la paralización de su programa de desarrollo de tecnología de pilas de combustible de hidrógeno.
La compañía ha decidido retirar sus inversiones en Symbio, la empresa conjunta con Michelin y Forvia centrada en vehículos de hidrógeno, lo que supone el abandono de sus planes para desarrollar y fabricar este tipo de propulsión.
Según ha explicado el grupo, la decisión responde a la escasa disponibilidad de infraestructuras de repostaje, los altos costes de capital necesarios y la falta de incentivos suficientes al consumidor. En conjunto, estos factores hacen que la movilidad a hidrógeno se perciba como una apuesta de nicho en el contexto actual.
Esta medida, que marca la primera gran decisión del nuevo CEO, Antonio Filosa, supone un cambio de rumbo estratégico: Stellantis no impulsará la producción de vehículos comerciales ligeros propulsados por hidrógeno antes del final de la década. En su lugar, centrará sus esfuerzos en consolidar una posición competitiva ante las estrictas normativas de emisiones de CO₂ de la Unión Europea.