La verdad por fin ha salido a la luz. Después de ver las imágenes de las cámaras de seguridad del hospital, Timur se ha quedado en shock y a la vez aliviado: quien mató al chico en el parking no fue su tía, si no un compañero del hospital.
No hay tiempo que perder. El jefe médico llama al sospechoso en su despacho y se lo dice sin más rodeos: “Confesar un delito puede ser un atenuante”.
El joven asegura que no sabe de lo que está hablando, pero sus ojos revelan la mentira. “Lo he visto todo por las imágenes de las cámaras de seguridad”, le dice Timur.
El hombre empieza a llorar y después, lo confiesa todo: “Era un psicópata. Acosaba a mi prometida, incluso la amenazó con matarla. Le pusieron una orden de alejamiento y como no podía acercarse a ella, vino a por mí”, concluye.
Timur se lo cuenta todo a Bahar, que se queda sorprendida. La policía detiene al culpable. A Timur y a Bahar solo queda rezar para que no ocurra nada más…
