La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha tenido una premonición. O más bien dos. La primera es que seguirá siendo la regidora de la capital aragonesa más allá de 2027. Y la segunda es que la ciudad seguirá contando con un presupuesto milmillonario durante los próximos años. Así es cómo se explica su discurso en la primera jornada del debate del estado de la ciudad que tuvo lugar ayer. En un discurso de poco más de una hora y media, más corto que el de 2024, la primera edil avanzó una batería de inversiones y obras que, en muchos casos (como la reforma del paseo María Agustín y Pamplona, el gran anuncio de ayer), no podrán hacerse realidad antes de las próximas elecciones municipales y requerirán de cantidades nada desdeñables de un dinero que, por el momento, está pero no se puede garantizar que siga estando.
Y es que con perricas, chufletes, que le dicen siempre desde la oposición. «¿Qué haría la alcaldesa sin dinero? Esa es la clave», se escuchaba en los corrillos después de su intervención. Pero la regidora, como hace siempre, marcó su propio camino y defendió que ha cumplido ya con el 80% de su programa electoral. Pero dejando atrás el pasado, lo llamativo fue la proyección que hizo de su Gobierno en los próximos años.
La Zaragoza de los 800.000 habitantes
«Seguimos construyendo los cimientos para la Zaragoza del futuro, la Zaragoza de los 800.000 habitantes, la Zaragoza vibrante, atractiva, cosmopolita, la Zaragoza en la que los que viven se quieran quedar y los de fuera quieran visitar», dijo. Una declaración de intenciones que demuestra la intención de la propia Chueca de que haya Chueca para rato. Hasta ella misma sacó a colación en su discurso las perspectivas favorables de cara a las próximas elecciones que le dan el CIS.
Y con ese dinero del que ahora dispone la regidora y que habrá que ver si sigue teniendo, Chueca lanzó una retahíla de anuncios que, como es tradición ya desde que el PP se hizo con la Alcaldía de Zaragoza, pasan en gran parte por la reforma de calles y avenidas. Así, la regidora prometió seguir dentro de esta misma senda inversora con un anuncio que llevaba tiempo resonando en los despachos de la casa consistorial pero que no se había concretado hasta ahora: la reforma del eje del paseo María Agustín-Pamplona-Constitución.
Todavía no hay fechas ni presupuesto comprometido, puesto que en los próximos años son muchas las calles que van por delante en esa fila de vías que van a transformarse y que ya han sido anunciadas para renovarse a lo largo de 2026. Será a partir de 2027, por tanto, en el próximo mandato, cuando Chueca pretende acometer esta y otras reformas que también avanzó. Entre los anuncios que hizo están la remodelación de las calles Miguel Servet, Santander, Cortes de Aragón, María Lostal, Francisco Vitoria, Castillo de Loarre y San Blas. «Las inversiones en nuestras calles, en nuestros barrios, no pueden detenerse en 2027», afirmó.
Fue ya en la primera entrevista de Chueca como alcaldesa con este diario cuando la entonces recién nombrada regidora avanzó que en su cabeza estaba reformar el paseo María Agustín y el paseo Pamplona, un eje muy saturado por el tráfico, sin infraestructuras ciclistas y muy poco amable para el peatón. Ya en ese momento la primera edil dijo que este proyecto se llevaría a cabo a largo plazo, y es que antes han venido otras muchas reformas que son necesarias acometer primero, como es la reurbanización de la pastilla del Portillo y la transformación de su entorno, una actuación que trasladará el segundo cinturón de la ciudad del paseo María Agustín a la avenida Anselmo Clavé para descongestionar de coches que ahora eligen el centro de la ciudad.
Esa obra, la del Portillo, que se ejecutará por parte de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad (una empresa pública en la que participan Adif y el Gobierno de Aragón), también ocupó una parte del discurso de Chueca en el debate del estado de la ciudad. «El próximo 18 de julio está prevista la apertura del proceso de licitación de las obras del Portillo», avanzó la regidora, un proyecto que calificó como uno de los más importantes del presente mandato junto a la reforma de las riberas del Huerva. «Solo con la ejecución de estas dos actuaciones, impensables con los anteriores gobiernos de izquierdas, la legislatura ya ha merecido la pena», afirmó.
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, rodeada de parte de su equipo. / JOSEMA MOLINA
Sobre el Huerva, la alcaldesa anunció también que el Gobierno municipal va a «comenzar a trabajar» en el proyecto de la tercera fase del proyecto del río Huerva, entre el paseo Constitución y Miguel Servet. En cuanto a infraestructuras, la primera edil también anunció que van a solicitar a la junta de compensación de Arcosur que el puente de la calle Hydra (Valdefierro) hasta San Juan Bautista de La Salle (Montecanal) se ejecute dentro de los próximos planes de urbanización de este barrio de nueva creación. Los anuncios inversores no solo se centraron en calles e infraestructuras, también en zonas verdes. Así, la alcaldesa avanzó que «en los próximos días» el Gobierno municipal someterá a información pública la reforma de la parte antigua del parque Pignatelli. Y para más adelante dejó la renovación de otros dos jardines: el parque Castillo Palomar de Delicias y el de La Paz. Todo para un futuro que la alcaldesa parece tener muy claro.
En su discurso, Chueca también se protegió de las polémica que últimamente han salpicado su gestión, como es la tala de árboles y la falta de participación ciudadana en procesos como el diseño de las nuevas líneas de autobús. Nada de eso, vino a decir la regidora al respecto. Su Gobierno es el que más ejemplares ha plantado y el que más cabida a dado a la opinión de los vecinos, defendió ante las caras incrédulas de la oposición.
La seguridad ciudadana es otro de los temas fetiche del PP y tuvo su protagonismo entre los anuncios realizados. El Gobierno municipal abrirá una Oficina Antiokupación en la nueva comisaría de la calle Pignatelli (aún sin inaugurar) y, además, impulsará la creación de un nuevo cuartel en el albergue municipal para aumentar la presencia de agentes en el entorno del Parque Bruil.
Más vivienda de alquiler asequible
Pero si hay algo que preocupa en España más allá de la temida okupación es precisamente la vivienda, un apartado que ningún político que se precie puede obviar en sus discursos a día de hoy. En ese sentido, Chueca avanzó que se construirán o rehabilitarán hasta 131 pisos que se destinarán al alquiler asequible en los entornos de Zamoray-Pignatelli y San Pablo, un barrio, el del Gancho, con el que la ciudad sigue manteniendo un gran debe. En esta misma zona está el Centro Las Armas: la alcaldesa anunció que el consistorio asumirá su gestión y que lo reabrirá reconvertido en un centro cultural y socioeducativo.
El discurso de Chueca estuvo también plagado de ataques y referencias -negativas- al Gobierno de España. Ella misma se ofreció como alternativa desde Zaragoza a la imagen de «corrupción» que proyecta Sánchez, defendió. Y frente al todo mal que le atribuyó al Ejecutivo central estuvieron los halagos al Gobierno de Aragón y a su antecesor en la Alcaldía, Jorge Azcón. Fruto de ese entendimiento, avanzó, ambas instituciones van a revisar al alza la aportación que le hace anualmente la DGA al consistorio de un 5% cada ejercicio hasta 2029. Lo firmarán en la próxima comisión bilateral que por fin tiene fecha: otoño de 2025.
En el discurso también hubo ausencias pero quizá lo más llamativo fueron los pocos segundos que la alcaldesa le dedicó al que por seguro es su proyecto estrella: La Romareda. Se limitó a mencionar que va todo viento en popa, pero poco más. Y es que la dirigente del PP parece haber entendido que, si quiere seguir presidiendo el salón de plenos más allá de 2027, le hace falta algo más que un estadio de fútbol. Eso le valió en 2023. Pero necesita más. Y ayer Chueca apuntó hacia donde va su hoja de ruta. Habrá que ver si se cumplen sus premoniciones.