Aunque los datos de criminalidad desmienten que haya habido una escalada de la delincuencia en los últimos años en España por la intensa llegada de inmigrantes, es habitual que los altos cargos de Vox relacionen los dos conceptos, señalando a los extranjeros como foco de ese tipo de problemas. Los dirigentes del PP, encabezados por el propio Alberto Núñez Feijóo, lo han hecho en contadas ocasiones, pero en estos últimos días, tras los incidentes desencadenados en Torre Pacheco (Murcia), han vuelto a asumir esa narrativa del partido de Santiago Abascal, su principal competidor ante el electorado de derechas.
En un coloquio en un curso de verano en El Escorial (Madrid), Feijóo ha afirmado este miércoles que «la inmigración irregular que viene a incumplir las leyes o a vivir de políticas sociales, evidentemente no va a ser bienvenida en el país». «La inmigración no da carta blanca para cometer delitos», ha dicho en otro momento. «Tenemos muy claro que aquí se viene a trabajar y a insertarse la población española. Si no se insertan en la población española y no vienen a trabajar, no les podemos admitir», ha afirmado. Además, ha vuelto a repetir que, si llega al Gobierno tras las próximas elecciones generales, se compromete a devolver «de forma inmediata»
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