El acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat rubricado este lunes para avanzar en el modelo de financiación singular de Catalunya ha generado rechazo tanto entre las comunidades gobernadas por el PP como por el PSOE, como es el caso de Castilla-La Mancha y el Principado de Asturias. A falta de concretarse a través de una reforma legal que deberá pasar por el Congreso, en el Gobierno intentan sacudirse las críticas y garantizar que se regirá sobre la piedra angular de la “solidaridad”, que califican como “fundamental entre todos los españoles”. Para sacudir dudas, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha asegurado que “no va a haber ningún privilegio”.
La ministra portavoz ha reclamado mirar a los “hechos” para cuestionar las críticas al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Generalitat. “La realidad de los hechos a lo que nos llevan es que con este modelo de financiación, todas las comunidades autónomas, llámese Catalunya, Madrid, Aragón, Galicia, Asturias o Murcia han recibido 300.000 millones de euros más con el Gobierno de Pedro Sánchez frente a los siete años del gobierno de Mariano Rajoy. Es decir, un 47% más en materia de financiación autonómica”, contrapuso. Este es el aval en el que viene insistiendo el Ejecutivo para garantizar que con este gobierno no habrá privilegios “como nunca lo ha habido de ningún territorio sobre otro”.
En el Ejecutivo ponen el foco en los principios del acuerdo, que pasan por la “suficiencia financiera”, para que sean todas las comunidades autónomas las reciban más recursos, o el equilibrio entre compaginar el marco bilateral con el multilateral.
El otro elemento que ha enarbolado Alegría para cuestionar una financiación privilegiada para Catalunya es que el acuerdo “es extrapolable a cualquier comunidad autónoma, donde se recogen principios que desde luego son fundamentales para nosotros y para este Gobierno”. Siguiendo el modelo del ‘café para todos’ utilizado con la condonación parcial de la deuda, se buscará de forma bilateral con cada comunidad autonómica su generalización en función de las singularidades de cada territorio y de que quieran acogerse.
Las bases del acuerdo, además, aterrizan algunos de los principales elementos del sistema de financiación autonómico aprobado por los socialistas en su último congreso, empezando por el de “compatibilizar solidaridad a igual esfuerzo tributario con el reconocimiento de las singulares”. Un intento de sortear las tensiones internas y de cuadrar el círculo haciendo equilibrios entre satisfacer lo pactado con ERC para la investidura de Salvador Illa y evitar las acusaciones desagravio. De este modo, el acuerdo también prevé una “financiación adicional para las competencias específicas y singulares de Cataluña y de las restantes Comunidades Autónomas que opten por ello como vía para la financiación de sus competencias no homogéneas”.