Las motos deportivas vuelven a estar en liza. Y MITT acelera a fondo en este segmento con una propuesta tan atrevida como bien ejecutada: la nueva MITT 775R. Una moto que no solo entra por los ojos con su estética afilada y sofisticada, sino que también promete emociones fuertes gracias a una parte ciclo y motorización que apuntan alto. Con esta 775R, la firma española da un salto cualitativo evidente y deja claro que ya no vale con ser alternativa: quiere jugar en la primera división de las motos deportivas, incluso en un terreno tan competido como el del carnet A2.
La firma del diseño la pone Marabese Design, nombre de referencia en el diseño de motos a nivel internacional, y el resultado es una moto con una presencia impactante. Su carenado anguloso, las llantas doradas a juego con la horquilla y una iluminación LED de lo más llamativa hacen que destaque incluso parada. Pero es cuando se pone en marcha que la MITT 775R muestra sus verdaderas intenciones: conducirla es sumergirse en una experiencia deportiva auténtica.
MITT 775R, la deportiva que marca el ritmo / MITT
Vista puesta en el rendimiento
El corazón de esta bestia es un bicilíndrico en línea de 730 cc que entrega 79 CV a 8.000 rpm y un par motor de 72 Nm a 6.900 rpm. Cifras que impresionan y que en parte se explican por la colaboración con Suter Racing, encargada del desarrollo del motor, y Bosch, responsable de la inyección y la ECU. Estamos, por tanto, ante una moto que no solo luce bien, sino que está construida con la vista puesta en el rendimiento.

Su firma lumínica no deja indiferente a nadie, tanto en la parte delantera como en la trasera / MITT
Y para convertir toda esa potencia en sensaciones, MITT no ha escatimado en la parte ciclo. El equipo de frenos lo firma Brembo, con pinzas radiales monoblock, bomba delantera y ABS dual de Bosch. Las suspensiones ajustables vienen de la mano de Showa, una garantía de calidad, mientras que los neumáticos Michelin Power 5 aseguran un agarre a la altura del conjunto. A todo esto hay que sumarle un chasis de doble viga y un basculante monobrazo, ambos fabricados en aluminio.
El escape, ubicado en la parte baja de la quilla, favorece el reparto de masas, mientras que los semimanillares están colocados en una posición pensada para el disfrute deportivo pero sin comprometer el confort en rutas largas. Con una altura del asiento de 795 mm, se presenta como una moto accesible para usuarios de distintas tallas, sin dejar de ofrecer una posición de conducción agresiva.

Una de las cosas que más destaca es su basculante monobrazo / MITT
Luchando por ser la mejor opción
La tecnología tampoco se queda atrás. Una pantalla TFT de 5 pulgadas con conectividad permite gestionar llamadas, navegación y notificaciones si se dispone de intercomunicador en el casco. Además, incluye puerto USB, piñas retroiluminadas, arranque sin llave (Keyless) y un sistema TPMS de control de presión de neumáticos. Todo está pensado para que la experiencia diaria no se quede atrás respecto al rendimiento deportivo.

Cuenta con una pantalla TFT de 5 pulgadas con conectividad / MITT
Y si todo esto no fuera suficiente, su precio termina de redondear la jugada: 7.495 euros, con el seguro del primer año incluido y tres años de garantía oficial. Disponible en tres colores muy llamativos —verde-dorado, rojo y amarillo—, la MITT 775R entra directa a la batalla por ser la mejor deportiva de su categoría. Y además está disponible en una versión de 35 kW que seguro va a seducir a más de un usuario o usuaria con carnet A2.