La inflación se situó en junio en el 2,3%, una décima más de lo que adelantó el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con este dato, los precios se estabilizan en torno al 2%, el nivel que marca como objetivo el Banco Central Europeo.
La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados ni la energía, se mantiene en el 2,2%, igual que en mayo.
El principal motivo de esta subida está en el aumento del precio de los carburantes y el gas, en línea con el encarecimiento del petróleo en los mercados internacionales. El año pasado, en este mismo mes, esos precios bajaron.
En cambio, destaca la fuerte bajada del aceite de oliva, que ha caído un 48% desde abril y vuelve a niveles de hace más de dos años. También bajan los precios de los servicios de alojamiento y los paquetes turísticos.
Según el Ministerio de Economía, España mantiene una situación de estabilidad en los precios. Esta moderación, sumada a las subidas salariales, está permitiendo que los hogares ganen poder adquisitivo. Además, las perspectivas de crecimiento económico siguen siendo mejores que las de otros países europeos.