El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, fue taxativo tras conocer el acuerdo bilateral suscrito el 14 de julio para que Cataluña tenga una financiación singular: «Es quitarles dinero a los canarios». ¿Cuánto dinero? La consejera de Hacienda, Matilde Asián, ha hecho los cálculos: «entre un mínimo de 678 euros y un máximo de 1.130 euros» para financiar los servicios básicos de la autonomía.
Pero esta cifra puede ser incluso mayor si se computan los beneficios tributarios del Régimen Económico y Fiscal (REF) incluidos en el Impuesto de Sociedades (IS), «pues también se lo quedan los catalanes», aunque Canarias mantiene su lucha para que el fuero no se incluya en el nuevo sistema de financiación autonómica.
En el mejor de los casos, si el REF se computa, Asián dice que «es posible que no mermen los recursos, pero nunca podrán experimentar un incremento».
Matemáticas puras
Es decir, según los datos que maneja Asián, el nuevo concierto catalán pactado entre el PSOE y ERC hace un año para permitir la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat –y que fue ratificado entre el Estado y Cataluña el lunes– supondrá que el Archipiélago podría recibir hasta 2.550 millones menos para sufragar la educación, la sanidad y las políticas de bienestar social.
«No se trata de ideología, ni de planteamientos progresistas o conservadores, estamos hablando de matemáticas puras», insiste la consejera de Hacienda, que también considera «sorprendente» que «la gran protagonista de este nuevo sistema de financiación no haya estado presente en la firma», en referencia a la ausencia de la vicepresidenta titular de Hacienda, María Jesús Montero.
Hacienda constata que «recibimos por habitante 3.148 euros» del sistema de financiación y, aunque habrá que ver cómo queda el acuerdo final, si lo hay, «si nos quitan entre el 30% y el 50% de las transferencias horizontales –1.309,25 euros por habitante–, las verticales –551 euros por canario– y los 400 euros por cabeza por el llamado bloque de financiación canario, está claro que recibiremos menos cantidad de dinero».
Horizontalidad y verticalidad
En el complejo sistema de financiación, las transferencias horizontales son los mecanismos para redistribuir recursos por parte del Estado entre las comunidades autónomas, con el objetivo de que aquellas con menor capacidad fiscal puedan cubrir sus necesidades de gasto público de manera similar a las que tienen mayor capacidad.
Las llamadas transferencias verticales son las que asignan recursos financieros desde el Gobierno central a Canarias para financiar proyectos como los convenios de carreteras y obras hidráulicas o el plan de lucha contra la pobreza y las ayudas para la gratuidad de las guaguas y el tranvía.
Aduños a la entregas a cuenta
Además de distribuir recursos a las comunidades autónomas para financiar sus competencias, el Estado remite a Canarias fondos a través de entregas a cuenta, que son anticipos a cuenta de la liquidación definitiva del sistema. Unos fondos que, en virtud del punto 1.d del acuerdo bilateral Estado-Cataluña, también desaparecen: «Un nuevo modelo de gestión que conlleve la desaparición del mecanismo de las entregas a cuenta, evolucionando los recursos de acuerdo con la recaudación real».
Por lo tanto, Asián insiste en que «se mire por donde se mire, Canarias recibirá menos dinero del Estado», motivo por el que no entiende que desde el PSOE se haya defendido que en ningún punto del acuerdo aparezca que se van a retirar fondos al resto de autonomías, como dijo Elena Máñez.
Prueba de lo contrario es que todas las regiones del régimen común se han puesto en pie de guerra contra el acuerdo.
Solidaridad interregional
Lo cierto es que Madrid, Baleares y Cataluña son las tres únicas regiones que aportan a la llamada solidaridad regional. Una realidad que cambiará, porque con el nuevo acuerdo la autonomía presidida por Illa gestionará y recaudará fuera del sistema el 50% del IVA, el 42% de los impuestos especiales y la totalidad del Impuesto sobre Sociedades y del IRPF.
«Con la modificación del sistema de financiación, el Estado deja de ser el garante de la solidaridad, que es lo que dice la Constitución, por lo que no deja de ser una reforma solapada» de la Carta Magna, insiste la consejera.
Y a ello se suma el hecho de que el Archipiélago canario está peor financiado que la propia Cataluña, como reconoció la Generalitat presidida por el independentista Pere Aragonés en el documento ‘La Propuesta de financiación justa para Cataluña’, que sirvió de base para el acuerdo que en agosto de 2024 permitió la investidura de Illa con el apoyo de ERC: 2.818 euros por habitante en el Archipiélago y una media de 2.848 euros para cada catalán, es decir, 30 euros más por cabeza.
«El problema que tenemos en Canarias es que somos la región que más recibimos de la solidaridad interterritorial, y el Estado ya no será el garante de repartir esa solidaridad, que según el esquema de financiación al que parece que nos dirigimos es totalmente absurdo y poco eficaz», concluye la consejera Asián.
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