El primer ministro francés, François Bayrou, ha anunciado este martes un plan de ajuste presupuestario a cuatro años, que comenzará en 2026 con un esfuerzo en ese ejercicio de 43.800 millones para reducir el gasto y aumentar los ingresos.
Congelación de las pensiones, reducción en el empleo público, recorte del gasto social y sanitario, en la partida de gastos, y una contribución de solidaridad de los más «afortunados», en la de los ingresos, son algunas de las medidas esbozadas por Bayrou en una intervención especial ante el Gobierno y la cúpula parlamentaria.
El jefe del Ejecutivo ha urgido repetidamente a atajar el rápido aumento de la deuda pública, ya que al actual ritmo el pago de la deuda alcanzaría en 2029 los 100.000 millones de euros y se convertiría en la primera partida del presupuesto.