Es la calma antes de la tormenta. La terribilitá de Miguel Ángel. La fuerza contenida antes de la explosión. Ese es el ambiente que se respiraba en Torre Pacheco en la mañana de este lunes tras los disturbios del fin de semana y la convocatoria de una nueva ‘caza al magrebí’ desde hoy y hasta jueves por parte del colectivo Deport Then Now.
Los comercios abrían con normalidad y los vecinos trataban de seguir haciendo su vida diaria sin alterar su rutina. Bares con terrazas llenas y gente con carritos de la compra saliendo del supermercado, niños jugando y parejas paseando, un día normal. Si no fuera porque en el ambiente flota la misma idea: «Esto se ha ido de madre».
La presencia de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado se ha relajado, al menos en apariencia: en el centro del pueblo solo se ven algunas patrullas de Policía Local. Si bien fuentes de la Delegación del Gobierno confirmaron a esta redacción que el despliegue de la Benemérita durante el día estuvo integrado por agentes de información y patrullas de paisano. Por lo que los agentes intentaron pasar desapercibidos bajo la luz del sol, aunque estuvieron realizando rondas por el centro del pueblo y algunas patrullas, ya en vehículos identificados, vigilaron las entradas y salidas de Torre Pacheco.
El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, anunció este lunes la llegada de 45 efectivos de las unidades especiales de intervención de la Guardia Civil, los conocidos como antidisturbios, que se sumarían al casi centenar de agentes que ya hay en la localidad del Campo de Cartagena.
La comunidad marroquí prefiere no hablar, no quieren ponerse en la diana de los ultras que los tratan como presas a las que abatir; recelan de los recién llegados y dudan de sus intenciones.
Un hombre de mediana edad, apicultor, que vive en España desde hace unos 15 años (proveniente de un pueblo turístico de la costa de Marruecos conocido por los aficionados al surf) y que prefiere mantenerse en el anonimato, comenta que quiere «vivir tranquilo». «Tengo dos hijos, una casa y trabajo», nos cuenta. Para añadir que «siempre hay gente buena y mala en el mundo», pese a lo cual estas noches ha preferido que sus hijos no salgan de casa ante el aumento de la violencia en las calles.
La mayoría de los vecinos han optado por esta misma alternativa. «Mi marido cerró la puerta de casa y nos quedamos dentro», explica otra vecina de origen marroquí a las puertas de un supermercado especialista en carne halal, al que ha ido para hacer la compra semanal.
Douae y Kaoutar, de 17 y 18 años respectivamente, sienten «miedo e inseguridad» a raíz de los últimos acontecimientos. Explican a La Opinión en la Plaza Alcalde Pedro Jiménez, donde se ubica el Ayuntamiento de Torre Pacheco, que no pueden «vivir así».
Las jóvenes, una viste el hiyab y la otra lleva el pelo suelto, llegaron a España hace unos 10 años: «Nuestros padres vinieron a trabajar y nosotras a estudiar». Lamentan que venga «gente de otros pueblos a pelearse aquí, nos quieren convertir en su campo de batalla». Este temor lo ven alentadas al conocer la noticia de que este martes llegan al pueblo un grupo de ‘desokupas’ encabezadas por su líder, el conocido en redes como ‘Dani desokupa’, quien lleva días alimentando la idea de hacer ‘patrullas ciudadanas’.
Relatan que son vecinas desde hace años de Torre Pacheco y dicen que «conocemos la situación, hay robos y peleas, como en todos sitios».
En el barrio de San Antonio, donde residen muchos de los migrantes, la situación que se respiraba ayer en el ambiente era densa, aunque no se veían muchos transeúntes por la calle, hecho a lo que ayudaban las altas temperaturas que estos días están sufriendo en la zona. La diferencia al entrar al barrio respecto a otras zonas de la localidad es evidente, casas bajas o pisos, muchos de ellos antiguos, con la electricidad por fuera de la vivienda y calles ‘reventadas’ a tan solo unos pasos del centro.
La sensación de bochorno durante las principales horas del día también es una de las causas por las que los grupos violentos esperen a la noche para salir.