Volvo Cars ha anunciado este lunes que registrará un cargo extraordinario por deterioro no monetario de 11.400 millones de coronas suecas (1,02 millones de euros) en el segundo trimestre de 2025 debido a los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el fin de semana anunció una tasa del 30% sobre las importaciones de la Unión Europea (UE).
El fabricante sueco de vehículos ha desvelado que está ajustando las previsiones financieras para sus modelos eléctricos EX90 y ES90 debido a «retrasos previos en los lanzamientos y a los nuevos aranceles de importación en varios mercados».
«El Volvo EX90 tendrá una rentabilidad reducida durante su ciclo de vida, a pesar de una importante mejora en la calidad del software y un aumento previsto del volumen de producción. Esto se debe a importantes retrasos en los lanzamientos anteriores y a los consiguientes costes de desarrollo adicionales», explica.
Por otro lado, destaca que, «debido a los aranceles de importación, la compañía no puede vender el Volvo ES90 de forma rentable en Estados Unidos, mientras que los márgenes del ES90 también se encuentran bajo presión en Europa por la misma razón».
De esta manera, el cargo refleja principalmente ajustes en los volúmenes previstos y la rentabilidad del ciclo de vida planificada asociada a la plataforma para los vehículos EX90 y ES90. Volvo estima que 4.000 millones de coronas suecas (360.000 euros) del cargo afectarán al coste de ventas, y la mayor parte del importe restante se destinará a la línea de I+D.
«Dadas las evoluciones del mercado, como los aranceles de importación en EEUU, los retrasos en el desarrollo y lanzamiento del EX90 y las prioridades estratégicas de inversión, hemos reevaluado las previsiones de volumen para estos dos vehículos. Esto ha resultado en una rentabilidad del ciclo de vida inferior a la prevista», ha explicado Fredrik Hansson, director financiero de Volvo Cars.