Melania Trump promete volver a Texas tras reunirse en Kerrville con familias afectadas por las inundaciones / Levante-EMV
Tan lejos y tan cerca. Donald Trump, inquilino de la Casa Blanca, y Carlos Mazón, presidente de la Comunitat Valenciana, sufren un desgaste político tras los estragos causados por la fuerza de la naturaleza en sus respectivos territorios. Salvando las distancias y a pesar de las diferencias en el origen meteorológico de los fenómenos, en la estacionalidad y en la orografía de las zonas, existen paralelismos entre las inundaciones que dejaron al menos 121 fallecidos y más de 170 desaparecidos en Texas y la riada que provocó 228 muertes en Valencia.
Las lluvias torrenciales se sucedieron en ambos casos, concentradas en zonas vulnerables y en un lapso de tiempo mínimo. Los recursos hidráulicos de drenaje y de emergencia fallaron, porque no estaban preparados para fenómenos de tanta virulencia. Las precipitaciones excepcionales desbordaron ríos y barrancos, destruyeron áreas habitadas, interrumpieron servicios básicos -como la luz y el agua- y asolaron infraestructuras cruciales. Las alertas que debían avisar a la población se quedaron cortas y complicaron la evacuación de las víctimas. Tanto Mazón como Trump habían aplicado recortes en los servicios de emergencia, nada más llegar al poder y después de derrotar a los Gobiernos que les precedieron, más comprometidos en la lucha contra el cambio climático. Los dos políticos conservadores sufren ahora una fuerte contestación política y social por su respuesta ante las inundaciones, que, en el caso de Mazón, además, se ha judicializado, con la imputación de varios cargos públicos.
Trump, que ayer se equivocó al bromear y sugerir que Texas debería haber tenido «campanas» para avisar a la población, y el líder del PP valenciano harían bien en reconocer que los desastres naturales extremos llegan para quedarse; que sus políticas medioambientales son erráticas e insuficientes para prevenirlos y mitigarlos; que los sistemas de alerta temprana tienen que mejorar; y que deben formar a la ciudadanía para que sepa cómo responder ante situaciones de tanta emergencia.