Jana Fernàndez sabe mejor que nadie lo que significa volver a levantarse después de caer. Hoy vive, en sus propias palabras, “el momento más feliz” de su vida, pero hace dos años tocó fondo.
En enero de 2022, cuando empezaba a hacerse un hueco en el primer equipo del FC Barcelona, tras toda una vida defendiendo su escudo y llevando el brazalete en las categorías inferiores, sufrió un duro golpe: se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla. Como Bruna Vilamala, su mejor amiga. Como Cata Coll, su compañera de piso entonces. Y como Alexia Putellas, su referente, unos meses más tarde.
Dos años y medio después de pasar por quirófano, y tras un par de temporadas en las que no ha podido ser ella misma —por las lesiones y por la falta de confianza—, la defensa catalana vive un presente esperanzador. No es titular indiscutible en el Barça, pero ha tenido un protagonismo creciente esta temporada; Montse Tomé la llamó para la Eurocopa y, ante Italia, jugó de inicio y los noventa minutos, algo que no esperaba.
“Lo primero que hice cuando vi la convocatoria fue llamar a mis padres y ponerme a llorar”, cuenta Jana. “Quien no lo ha vivido, no lo puede entender de la misma manera. Lo hablaba el otro día con Alexia. En aquel momento, cuando estábamos las dos lesionadas, era impensable imaginarme esto, por eso valoro muchísimo estar aquí y estoy agradecida a toda la gente que me ha ayudado en este proceso», añade.
El apoyo familiar
«La vida te trae, a veces, cosas malas y, otras, preciosas como esta. Quiero guardar estos momentos en la retina y en lo más profundo de mi corazón. Disfruto de cada minuto de cada partido y de cada entrenamiento al máximo e intento aprovecharlos. Pero esto no para y una siempre tiene ganas de más”.
Irene Paredes abraza a Jana Fernandez tras el partido de España ante Bélgica. / ALESSANDRO DELLA VALLE / EFE
Para Jana ha sido imprescindible el apoyo de su gente, especialmente de su familia. Sus padres, Miquel Àngel y Loli, la han acompañado durante todos estos años. Su padre estuvo en el primer partido, ante Portugal, en el debut de Jana en un gran torneo con la selección, y su madre viajó con él para el segundo, contra Bélgica. El último, ante Italia, lo vieron juntos en casa. Y esta semana viajarán a Suiza para los cuartos de final. “Nos comunicamos cada día por mensajes y, de vez en cuando, hacemos videollamadas”, cuentan.
“Lo que más nos gusta es la gran ilusión que muestra por poder disfrutar de un gran torneo después de quedarse fuera en el Mundial y los Juegos Olímpicos, ya que estaba en la prelista de ambos. A nivel deportivo, la estamos viendo jugar con mucha confianza y con mucha compenetración con sus compañeras. Todas, las que juegan más y las que juegan menos, muestran una actitud muy positiva y piensan siempre en aportar lo mejor para el equipo. Y eso se nota en el campo”, explican Miquel Àngel y Loli. “La mezcla entre jugadoras consagradas y las más jóvenes, que han llegado con toda la ilusión, está haciendo que todo el grupo funcione perfectamente”.

La entrenadora española, Montse Tomé (i), junto a su jugadora Jana Fernández este viernes, durante el partido del Grupo B de la Eurocopa 2025 que disputan las selecciones de Italia y España, en el Estadio Wankdorf, en Berna (Suiza). / Ana Escobar / EFE
Lo más importante para ellos, sin embargo, es que por fin ven a Jana feliz. “Estoy muy contenta por ella, porque por fin está disfrutando del fútbol, que al final es lo que, después de la lesión, llevaba tiempo buscando”, cuenta Pau, su hermano, que también es futbolista y juega en el Sabadell. “A principio de temporada, como a todo deportista, le hubiese gustado tener más protagonismo, pero creo que aprovechó muy bien la oportunidad que tuvo en los cuartos de final de la Champions contra el Wolfsburgo o en partidos importantes de Liga, como el Clásico ante el Madrid, en el que marcó ese gol que le anularon”, añade Pau, que no ha podido viajar a Suiza porque empieza la pretemporada con su equipo. Eso sí, no se pierde ni un partido.
“Se lo merece más que nadie, por cómo ha estado trabajando en silencio durante tanto tiempo, por su perseverancia, porque nunca se ha rendido y su actitud ha sido impecable. Ahora está recogiendo los frutos de todo ese trabajo, ya se ve cómo se ha recuperado perfectamente y creo que está demostrando un gran nivel”, comenta. “Espero que acaben ganando la Eurocopa. Se lo merecen”.