El vivero multiplicador de vid del Cabildo de Gran Canaria prepara 15.000 plantas de siete variedades de uva, cuatro blancas y tres tintas, para repartirlas en los primeros meses de 2026 a los agricultores que quieran ampliar sus viñedos o cambiar las vides antiguas por otras que tienen todas las garantías sanitarias y el reconocimiento varietal.
La Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria realizará una convocatoria dirigida a los viticultores, similar a las que realiza anualmente para la entrega de árboles frutales o lucha contra las plagas, y en el mes de febrero iniciará el reparto hasta que se agoten las existencias, según han informado este lunes el presidente del Cabildo, Antonio Morales, y el consejero del área, Miguel Hidalgo, durante una visita a la Granja Agrícola Experimental para presentar los resultados del Proyecto de Selección Clonal en el primer y único vivero con la categoría de multiplicador de vid en Canarias.
Santiago García, responsable del departamento de Floricultura de la Granja, explicó que este proyecto arrancó hace más de 25 años y que entre 2005 y 2008 ya se realizaron algunas entregas de plantas a los agricultores, pero ahora ya se dispone del reconocimiento de vivero multiplicador por parte del Gobierno de Canarias y se espera distribuir en adelante entre 10.000 y 15.000 estaquillas anuales entre los viticultores que lo soliciten.
Durante la visita, Morales y los técnicos de la Granja datallaron que el proyecto se puso en marcha con el objetivo de dar respuesta a un sector vitivinícola en crecimiento y que se enfrentaba a un grave problema, pues aproximadamente el 90% de las cepas de la Isla estaban envejecidas o afectadas por virosis, lo que provocaba una importante merma en la producción y, en consecuencia, una disminución en la calidad de los vinos.
Instalaciones del vivero de vides en la Granja del Cabildo. / David Delfour
Con esta iniciativa pionera en el el Archipiélago, relataron, se pondrá a disposición del sector plantones de variedades debidamente certificadas e incluidas en la Denominación de Origen. Aunque en el inicio se llegó a experimetar con hasta ocho uvas blancas y otras tanta tintas, finalmente se repartirán cuatro de las primeras -listán blanco , vijariego, moscatel y albillo- y tres de las segundas -listán negro, negramol y tintilla-, comentó García, quien subrayó que todas ellas estarán también libres de virus. Eso permitirá el aumento de la producción, contribuirá a la mejora de la calidad de los vinos grancanarios y a la extensión y renovación de los cultivos con ejemplares sanos.
La campaña de entrega se publicará antes de fin de año, precisó el consejero Hidalgo, para entregar las varas en el primer trimestre de 2026, ya que es la época ideal para plantar la viña. Es un nuevo paso, según el gobierno insular, dentro de la política de apoyo del Cabildo, en coordinación con el sector, que permite ser la única isla donde crecen los cultivos de vid, así como su calidad, éxito donde ha jugado un papel importante la extensión del regadío, también con el apoyo del Cabildo. Tanto es así que más del 50% de las obras hidráulicas ejecutadas desde 2018 se localizan en zonas vitícolas.
Respecto a los antecedentes del vivero para realizar esta selección clonal, el responsable de Floricultura dijo que durante los primeros años las labores se centraron en el trabajo de campo y en la preselección de cepas procedentes de plantaciones antiguas —de más de 30 años— que presentaran vigor, ausencia de síntomas externos de virosis, buena calidad de uva y resistencia a enfermedades.
En el año 2002 se habían seleccionado 500 cepas de distintas variedades presentes en la isla. Ese mismo año, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) se incorporó al proyecto, lo que permitió ampliar la búsqueda de variedades sanas a otras islas del archipiélago.
Para que las cepas pudieran ser consideradas como material base, era necesario que arrojaran resultados negativos durante dos años consecutivos en las pruebas de detección de virus, utilizando la técnica conocida como test Elisa
Una vez identificadas las plantas sanas, se seleccionaban dos o tres clones por variedad. Estos se establecían en campos de cepa madre en la Granja Agrícola del Cabildo, y paralelamente se replicaban en la Finca El Galeón. El objetivo ha sido recolectar material vegetal y distribuir plantas libres de virus a los agricultores mediante campañas de donación gratuita de plantones totalmente saneados.
A lo largo de estos más de 25 años, el proyecto ha enfrentado numerosos obstáculos: cambios normativos, falta de inclusión como proyecto prioritario, e incluso dificultades de coordinación. Además, ha sido necesario arrancar numerosos clones que, tras el tiempo, resultaron positivos en virus, lo que supuso un esfuerzo constante por mantener la sanidad vegetal.
Finalmente, en el año 2023 se solicitó el reconocimiento oficial como vivero multiplicador estándar. Para ello, se estableció un vivero de campo de 1.000 metros cuadrados, donde las cepas madre se cultivan en sistemas Air-Pot sobre alfombras especiales que impiden el contacto con el suelo, garantizando así condiciones óptimas de sanidad.
El Gobierno de Canarias, a través de su Servicio de Sanidad Vegetal, ha realizado las inspecciones pertinentes conforme a la normativa vigente, tanto en lo relativo al control varietal como a los testajes de virus.
Actualmente, este vivero alberga esas variedades tintas y blancas, todas ellas debidamente certificadas y libres de virus. Además, se dispone de un vivero de multiplicación completamente aislado, donde se lleva a cabo el estaquillado de las plantas que serán entregadas a los agricultores para dar respuesta a la creciente demanda de material vegetal sano.
Apoyo al sector
El Cabildo, consciente de la vital importancia de las explotaciones vitivinícolas, como generadores de empleo, de riqueza y de fijación de la población al territorio, y también como efectivos cortafuegos en los incendios forestales, apuesta desde hace años por el fomento y desarrollo de la viticultura insular. Además, los valores del vino de Gran Canaria y sus singularidades aportan experiencias turísticas diferenciadoras,
El Programa Insular de Desarrollo de la Vitivinicultura, apuntó el gobierno insular en una nota, «está permitiendo no solo el sostenimiento de las hectáreas en producción, sino incluso su aumento, a diferencia del resto del archipiélago, ya que gracias a nuestro asesoramiento y subvenciones en los últimos cuatro años se han puesto en cultivo unas 21 hectáreas nuevas.
Sucede gracias a varios factores, como son que un pujante sector insular está recuperando tierras abandonadas por otros cultivos; que se están creando infraestructuras de riego con nuestro apoyo (el 80% de la viña en Gran Canaria tiene sistemas de riego), que cada vez más el consumidor local y foráneo conoce y aprecia los vinos de la isla (promoción en ferias como Gran Canaria Me Gusta y otros eventos) y que la superficie media por explotación es de las mayores, y estas están vinculadas directamente a las bodegas. Más del 50% de las obras hidráulicas ejecutadas desde 2018 son para zonas vitícolas.
Otros hitos que fortalecen el sector son el Concurso Insular de Vinos; la Ruta del Vino o la formación del Programa formativo de la Consejería de Sector Primario, así como el apoyo a la creación del primer Curso oficial de Técnico Grado Superior Vitivinicultura, en colaboración con CEIP de San Mateo.
Junto a la asociación Vinigran se han instalado 10 estaciones agrometeorológicas que está permitiendo obtener la información necesaria de las variables climáticas y su influencia en la viticultura insular, para hacer avisos de riesgo de oidio (hongo) en las distintas zonas de la isla.
Todas estas actuaciones, planificadas y coordinadas con las asociaciones del sector como son el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria, la Federación Insular de Asociaciones del Sector Vitícola y los propios viticultores y bodegueros, han conseguido que los vinos de Gran Canaria obtengan los mayores galardones en los distintos concursos a nivel regional y nacional, siendo el objetivo final la mejora de la productividad y la consolidación del aumento de la superficie cultivada, para se convierta en un motor económico y social del sector primario insular.
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