Si España y, en particular, la compañía Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) están jugando un papel clave en los nuevos programas de defensa conjuntos de Europa es, en buena parte, gracias al contestano Gabriel Coloma. Desde su cargo de director de Desarrollo de Negocio para la UE y la OTAN de esta firma, Coloma es el responsable de conseguir los contratos que permiten a los técnicos de la firma participar en el proceso de diseño de programas clave de esa futura defensa común, como el que pondrá el marcha el primer carro de combate europeo o el sistema para interceptar misiles hipersónicos.
La conexión de Gabriel Coloma con el sector de la defensa es, cuanto menos, particular. Su interés nació de niño, inmerso en las festividades de Moros y Cristianos de su Cocentaina natal, lo que despertó su curiosidad por todo lo militar y, más tarde, la geopolítica y las relaciones internacionales. Como historiador de formación, Coloma recuerda perfectamente el año 2010, cuando se propuso no solo estudiar la historia, sino «hacer la historia». Esta ambición lo llevó a explorar distintas industrias estratégicas, decantándose finalmente por la defensa frente a opciones como la energía nuclear.
Aunque su base académica es la historia y las ciencias políticas (con estudios en Francia y España), Coloma complementó su formación con diversos másteres especializados en Economía de la Defensa, Contratación Pública o Ingeniería de Sistemas y Gestión Integrada. Antes de llegar a Escribano en 2019, trabajó un año para la gran patronal francesa de esta industria, desde donde saltó a la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio durante seis años (2014-2019).
En EM&M su tarea es identificar las oportunidades de negocio y conseguir los contratos en su zona de actuación, por lo que ha desarrollado un papel clave en los últimos años. Históricamente, la compañía se ha especializado en el diseño y producción de estaciones de armas remotas. Estos sistemas se encargan de automatizar el uso de un arma en un vehículo o buque, permitiendo su operación a distancia. La principal ventaja de esta tecnología es la protección del operador, que ya no está expuesto al fuego enemigo dentro de la torre, sino resguardado dentro del vehículo, controlando el sistema como si de un videojuego se tratase, a través de consolas y joysticks. Coloma insiste en que EM&M fabrica todo el sistema (hardware y software), excepto el arma en sí. Es decir, integran tecnología puntera en una estructura que aloja el cañón o arma, para que esta pueda ser controlada a distancia.
Programas europeos
Actualmente, la firma participa en ocho programas financiados por el Fondo Europeo de la Defensa. Uno de los más destacados es el proyecto MARTE, enfocado en el diseño del futuro carro de combate principal europeo (MBT, por sus siglas en inglés). Este programa, junto a otros similares lanzados entre el año pasado y este, marcan un hito en la historia del continente, ya que, por primera vez, se está estructurando con fondos comunes el diseño de futuros sistemas y plataformas militares conjuntas para Europa. La intención es que, en lugar de que cada país diseñe su propio tanque como hasta ahora, se cree un vehículo verdaderamente europeo. Eso sí, un proceso que no durará ni uno ni dos años, sino que es a largo plazo.
El nuevo vehículo de combate del Ejército español, el Dragón, incorpora la torre Guardian 30 desarrollada por EM&E. / INFORMACIÓN
En el programa MARTE, Escribano participa en el grupo de trabajo que definirá los sistemas de armas que integrará el futuro tanque, incluyendo no solo los de ataque, sino también los de defensa, como sistemas automáticos para detectar amenazas y responder a posibles amenazas, como un dron.
El ejecutivo esgrime que una de las grandes ventajas competitivas de la empresa en el actual panorama es su integración vertical, que le permite controlar todas las fases del producto: diseño, desarrollo, pruebas, fabricación, integración, venta y mantenimiento. Además, según explica, la firma intenta adelantarse entre tres y cuatro años a las necesidades tecnológicas del sector.
Inteligencia artificial
Una de las áreas en las que actualmente realiza más hincapié es el uso de la inteligencia artificial (IA). En este terreno, la empresa desarrolla y fabrica cámaras inteligentes y las integra con mandos y controles igualmente inteligentes, que permiten, entre otras cuestiones, la detección y seguimiento automático de elementos como drones, diferenciando entre amigos y enemigos y facilitando la toma de decisiones. La versatilidad de sus desarrollos es notable, ya que muchas de estas aplicaciones tienen un doble uso: defensa y seguridad. Así, Coloma señala que un sistema de detección de drones puede proteger tanto una base militar en Afganistán como un evento deportivo.
Convencido de la capacidad de la UE
Gabriel Coloma se muestra optimista sobre las posibilidades de Europa para alcanzar la soberanía en materia de defensa, aunque subraya la necesidad de ampliar y adaptar las capacidades existentes. A su juicio, el continente de garantizarse que componentes y sistemas críticos no dependan de fabricantes externos, especialmente de Estados Unidos, que actualmente suministra el 60% del equipo de defensa europeo. Por eso considera crucial el aumento de la inversión y también aboga por ayudar a industrias que ahora trabajan para el automóvil u otros sectores para que puedan adaptarse y participar también del auge del sector de la defensa. Un sector en el que, señala, debe hacerse «política de Estado».
En España, Escribano acumula una larga trayectoria. Entre otros, participa en el programa VCR Dragón, el vehículo de combate sobre ruedas del Ejército, integrando sus torres Guardian 30. Este posicionamiento nacional ha sido clave para abrir puertas en otros países. La empresa está presente en más de 25 países, pero la exportación en el sector de la defensa tiene sus particularidades. El sector es un monopsonio, es decir, su único cliente oficial es el Ministerio de Defensa. Las exportaciones están estrictamente reguladas por ley y requieren de la aprobación de una junta interministerial. Que el Ministerio de Defensa español adquiera sus productos es una gran ventaja competitiva para Escribano a la hora de vender en el exterior.
Más allá del carro de combate, la firma también participa activamente en el programa C-UAS, para desarrollar sistemas antidrones. Unos sistemas que pueden variar desde simples pistolas que inhiben las comunicaciones de los drones mediante radiofrecuencias, hasta complejos sistemas de mando y control con múltiples sensores.
Escribano también está involucrado en el programa Hydef, que busca desarrollar interceptores para misiles hipersónicos, una nueva y desafiante amenaza. La empresa aporta su vasta experiencia en tecnología de actuadores y misiles, un área en la que están fuertemente posicionados.
Respecto a la percepción pública de la industria de defensa, Coloma la equipara a la necesidad creciente de seguridad en la vida diaria, como instalar alarmas o rejas en casa. Por eso, asegura sentirse «orgulloso» de su trabajo, por la «tranquilidad» que genera. «Ir a disfrutar a una terraza sin preocuparte de la seguridad es un privilegio. Si te vas 1.500 kilómetros al este, eso no existe», recuerda. En este mismo sentido, defiende el carácter «disuasorio» y de «prestigio» de las armas y los ejércitos.
355 millones de facturación
Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) cerró el año pasado con una facturación de 355 millones y una plantilla de casi 1.250 personas. Con instalaciones en Alcalá de Henares, Córdoba, Cádiz, Binéfar (Huesca) o Valencia, es una de las mayores firmas del sector español de la defensa. En las últimas semanas ha estado de actualidad por su posible adquisición por parte de Indra, para crear un «campeón nacional» en este negocio. Es decir una firma capaz de tirar del resto de la industria.