Hacen lo mismo que le hicieron a Domingo

Encarnación y Domingo no quieren salir de su casa. En esta jornada dominical no han cumplido con su habitual paseo diario, ella por la conocida ruta del colesterol de Torre Pacheco que discurre por el entorno de la Ermita de Nuestra Señora de El Pasico, y su marido, por el cementerio municipal.

«Ayer fue un día muy duro«, tal y como reflexiona Encarna, sobre el motivo por el que este matrimonio de pensionistas se ha recluido en su dúplex, ubicado a un par de kilómetros del Barrio de San Antonio: una zona donde viven muchas familias de inmigrantes y que este sábado fue el escenario de una batalla campal, a causa de la cacería que grupos de extrema derecha promovían sobre jóvenes marroquíes.

El germen de esta batalla campal que se saldó con cinco heridos era la agresión que sufrió Domingo, a manos supuestamente de un joven marroquí que solo buscaba apalearle por diversión, emulando el happy slapping: una moda que comenzó en Inglaterra, como un juego, consistente en darse collejas entre amigos, por sorpresa, hasta que esas collejas derivaron en palizas callejeras aleatorias que se grababan con el móvil para subirlas a las redes sociales, como le ocurrió presuntamente a Domingo cuando caminaba por el cementerio.

Pero la cuestión es que Domingo no le había pedido a nadie que se vengase en su nombre, tomándose la Justicia por su mano. De hecho, este pensionista, de 68 años, actuó conforme marca la ley y denunció su agresión ante la Guardia Civil. Por ese motivo, Encarnación pide públicamente a los grupos de extrema derecha que se vayan de su pueblo por haber roto la convivencia vecinal: «Esto se ha ido de las manos».

La pobre Encarnación confiesa que ella y su marido lo están pasando fatal desde que el viernes acabó a palos, la concentración que el Ayuntamiento convocó bajo el lema ‘Torre Pacheco, libre de violencia, libre de delincuencia’, y que fue reventada por ultras que agredieron a jóvenes marroquíes, ensalzando al dictador Francisco Franco: «¡Perro muerto, abono para mi huerto!» «¡Putos moros!» «¡Arriba España, arriba Franco, moros de mierda!» «¡Viva Franco, iros a tomar por culo!»…


Un grupo de personas agrediendo a un joven de nacionalidad marroquí.

«Ya no podemos más«, recalca Encarnación, tras presenciar con impotencia cómo escaló la violencia en Torre Pacheco, durante la noche del sábado, a causa de las cargas policiales que se produjeron en el Barrio de San Antonio, para evitar el cuerpo a cuerpo entre grupos de neonazis llegados con palos desde Madrid, Alicante, Almería o Valencia, y los grupos de marroquíes a los que se les intervinieron cócteles molotov, petardos o garrafas con gasolina.

«Esto no tenía que haber pasado«. Pero por desgracia ha ocurrido y este pueblo eminentemente agrícola, con un 30% de población inmigrante, se ha visto tomado por un operativo especial de la Guardia Civil, para atajar las cacerías que grupos de extrema derecha están convocando por las redes sociales. «Somos buenas personas, pero estamos muy cansados ya».

Encarnación solo quiere que la Guardia Civil «resuelva» la investigación abierta tras la brutal agresión que sufrió Domingo, este miércoles, y que relató de esta forma en su denuncia: “Me encontraba paseando por Torre Pacheco, sobre las 5.50 horas, por las inmediaciones del cementerio y la estación de autobuses, cuando observé a tres individuos, posiblemente marroquíes. Uno de ellos, estaba con el teléfono, otro, no estaba haciendo nada, y el tercero, se dirigió hacia mí, y sin mediar causa justificada, comenzó a pegarme en la cara”.

De momento, no hay detenciones, solo concentraciones pacíficas que han terminado en enfrentamientos; convocatorias de Vox donde piden barra libre en la deportación de inmigrantes y cacerías de extrema derecha que han provocado desperfectos en los coches de los vecinos, cuatro contenedores quemados valorados en más de 4.000 euros… «Me están demostrando lo mismo que le han hecho a Domingo. Así no se arreglan las cosas: con violencia«, se lamenta Encarnación.


Lanzamientos de botellas entre marroquíes y grupos de extrema derecha, este sábado por la noche, en Torre Pacheco.

Este matrimonio de pensionistas está sufriendo por los episodios violentos registrados en su pueblo, pero también con las consecuencias de los bulos interesados que ha movido la ultraderecha en las redes sociales, para confundir a los vecinos y caldear el ambiente. De hecho, todo comenzó con la difusión por WhatsApp de una foto de Domingo, tras ser apaleado, junto a un vídeo de un anciano agredido por marroquíes que no era este vecino de Torre Pacheco.

«Mi marido no tiene nada que ver con el vídeo que han subido en las redes sociales«, clama molesta mientras pide que «retiren» esas imágenes de las redes sociales. «No tiene nada que ver con mi marido, no iba vestido así». Pero este no ha sido el único bulo que ha perjudicado a estos dos jubilados, ya que perfiles ultras también han movido la ficha policial de cinco marroquíes, con sus fotos, sus documentos de identidad y las matrículas de sus coches, acompañada del siguiente mensaje:

Estos son los de la paliza al señor mayor. Que rulen las caras’. Sin embargo, la propia Encarnación desmiente que esos cinco chicos sean los autores de la terrible paliza que recibió Domingo: «A mi marido solo le pegó un chico». Esta señora explica a EL ESPAÑOL que ese bulo le provocó una situación muy incómoda: «En mi casa se presentaron varios marroquíes, a los que no conocía de nada, para decirme que dejara de decir que ellos le habían pegado a mi marido. Tengo miedo de que al final nos pueda pasar algo». «Ya no queremos hablar con nadie ni abrirle la puerta a nadie».

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