En verano es común que repunte el aquiler de coches. Muchos viajeros prefieren reservar un vehículo para poder moverse con tranquilidad durante sus vacaciones, igualmente que aquellos que no disponen de un automóvil propio.
Sea cual sea la razón que motiva a los conductores a alquilar un coche, es importante tener en mente una serie de consejos para evitar sorpresas desagradables tanto al recoger el vehículo como al dejarlo.
Antes de reservar el coche de alquiler hay que comparar precios, pero desconfiar de aquellas ofertas que parecen demasiado buenas para creerlas. Para saber tienen truco, habrá que consultar las condiciones y ver si hay extras ocultos que se cobren al recoger el vehículo.
Combustible y kilometraje
Al firmar este documento es indispensable tener en mente dos cosas: la política del combustible y la del kilometraje. Respecto a la primera, las empresas de alquiler de coches suelen requerir que el conductor devuelva el depósito lleno, pero puede haber siempre variaciones entre compañías.
En lo que concierne a los kilómetros, algunas empresas establecen un máximo de distancia que puede recorrerse con el vehículo de alquiler y ofrecen una ampliación del kilometraje por un precio. Lo mejor es calcular qué recorridos se van a hacer con el coche y saber si se está o no dentro de ese límite. De lo contrario, la factura final podría encarecerse notablemente.
Existe un tercer aspecto muy importante a considerar durante el alquiler de un coche y puede contratarse o bien en el momento de la reserva o bien al recoger el automóvil. Se trata del seguro.
El seguro del coche de alquiler
Los coches de alquiler están asegurados por daños a terceros, es decir, la póliza obligatoria por ley. El resto de daños que sufra el vehículo podrían acabar siendo responsabilidad del usuario, por lo que es mejor cerciorarse de las condiciones y escoger la cobertura más adecuada para el uso que se vaya a hacer del vehículo.
Las pólizas más sencillas y económicas solo cubren daños en la carrocería y excluyen lunas y neumáticos, mientras que las más completas son a todo riesgo. Igualmente, hay que saber discernir entre las pólizas a todo riesgo con o sin franquicia, ya que puede cambiar bastante el daño al bolsillo del conductor en caso de incidente.
Por último, hay que tener en cuenta que todo lo que se necesite durante el periodo de uso del coche, habrá que pagarlo. Esto incluye sistemas de retención infantil, GPS fuera del sistema de infoentretenimiento del coche y similares.
Del mismo modo, las compañías cobran un extra por añadir un conductor adicional y el precio será mayor si, por ejemplo, este es menor de una cierta edad o su permiso de conducir no tiene la antigüedad requerida.
Las multas llegan
Aunque en algunos casos estas condiciones han cambiado, muchas empresas de coches de alquiler siguen requiriendo una tarjeta de crédito (no de débito) como garantía a nombre de la persona que ha realizado la reserva y que va a conducir el vehículo. De no presentarla, se podría llegar a perder la reserva del coche y no recuperar el dinero pagado. También habrá que presentar el carnet de conducir y el documento de identidad, ambos al día.
Por último, al devolver el vehículo de alquiler habrá que intentar en la medida de lo posible respetar la hora reflejada en la reserva y el contrato, ya que de lo contrario podría aumentar el precio final. Tampoco hay que olvidarse de que, en caso de haber cometido alguna infracción, el conductor será responsable de pagar las multas de tráfico correspondientes. Y, en estos casos, llegan siempre ya que la agencia de alquiler de coches tiene todos los datos del infractor.