Alberto Núñez Feijóo ha subido una marcha más en su estrategia por intentar cercar a Pedro Sánchez. Con la convicción de que los socios del Gobierno no están por la labor, al menos por el momento, de apoyar una moción de censura, el líder del PP empieza a armarse de cara a unas elecciones que el jefe del Ejecutivo no deja de situar en 2027. Haya que esperar hasta entonces o no, Feijóo ha visto en los presuntos casos de corrupción en el PSOE y, sobre todo, en el machismo que desprenden las conversaciones entre José Luis Ábalos y Koldo García una vía para llegar al voto femenino y aprovechar este «momento demoscópico creciente», admiten fuentes populares. Buena prueba de ello ha sido la subida de tono esta semana contra Sánchez, acusándole de haber vivido «a título lucrativo» de los presuntos «prostíbulos» de su suegro.
Si la excarcelación de violadores por la ley del ‘solo sí es sí’, primero, y los supuestos casos de violencia machista de Íñigo Errejón, exdirigente de Sumar, ya dieron munición a la oposición contra un Gobierno que ha hecho del feminismo una de sus banderas, los audios en los que Ábalos y Koldo se reparten mujeres han servido al PP en las últimas semanas para denunciar la «hipocresía» del PSOE. Unos casos a los que se sumaron el fin de semana pasado las denuncias por acoso sexual contra Paco Salazar, cercano a Sánchez y llamado a integrarse en la secretaría de Organización del PSOE antes de verse obligado a dimitir.
«El sanchismo ha conseguido algo que parecía imposible, que haya un problema entre los cuadros del propio partido en su relación con las mujeres», denunció entonces el presidente de Andalucía, Juanma Moreno. Cuatro días después, esas acusaciones escalaron para centrar el tiro en el propio Sánchez. El miércoles, tras una contundente intervención del presidente del Gobierno sobre los casos de corrupción en el PP y la omnipresente foto de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado, el líder popular subió a la tribuna para desquitarse. «¿Pero con quién está viviendo usted? ¿De qué prostíbulos ha vivido usted? Quiere ilegalizar su biografía», le espetó a Sánchez, en referencia a los supuestos negocios de saunas que tenía su suegro, Sabiniano Gómez, fallecido hace un año.
Disputa electoral
«Si quieren rock & roll, pues bailamos», justifica esta subida de tono una fuente del equipo del líder popular. Y, una vez puesta sobre la mesa, los populares han decidido llevar estas acusaciones hacia adelante. El pasado jueves, el PP registró una batería de preguntas en el Congreso y el Senado y requirió la comparecencia del ministro de Transformación Digital, Óscar López, para obtener información sobre el presunto alquiler de un local de MUFACE a la familia política de Sánchez. Con este caso, sumado a las continuas referencias a Ábalos, Koldo e, incluso, a Errejón, los conservadores esperan atraer a parte del votante femenino que se inclinó por PSOE o Sumar en 2023. Un voto que, aseguran desde la dirección del PP, ya está «llegando a chorros» ante tanto «espectáculo».
«Tenemos a un presidente del Gobierno cuya mujer llevaba las cuentas de una empresa donde había saunas y prostíbulos y, por lo tanto, nos parece de un cinismo y de una hipocresía absoluta que este señor se intente comparar moralmente con el señor Feijóo», insistió en esta estrategia este viernes la nueva portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz. Además, ahonda en el «umbral ético» de Sánchez al haberse lucrado presuntamente con este negocio y haberse rodeado por consumidores de prostitución.
La encuesta que publicó el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras los comicios veraniegos de aquel 2023 mostraba que cerca del 44,1% de las mujeres votaron por alguno de los partidos que conforman el Gobierno de coalición, un 12,7% más de las que se optaron por la papeleta de PP y Vox (31,4%). Es más, cerca del 30% de las mujeres consideraban que los socialistas hacían las propuestas que más se aproximan al ideal de sociedad española, mientras la cifra caía al 22,9% para el PP.
Conscientes de que el machismo que campó por algunos dirigentes de la Secretaría de Organización del PSOE puede revertir esa ventaja en las elecciones y con numerosas dirigentes socialistas revelándose internamente, la dirección del PSOE trató de salir del paso anunciando una ley para prohibir la prostitución y normas internas para expulsar del partido a quienes paguen por sexo. Fuentes populares recalcan que resulta incoherente que Sánchez pretenda prohibir la prostitución porque, según sostienen, su mujer fue la «contable» de los prostíbulos de su padre.
El caladero de extrema derecha
No obstante, los populares no dejan de poner el foco en otros caladeros de votantes para poder cumplir la «aspiración» que ya se ha convertido en «compromiso» de Feijóo de llegar a la Moncloa con un gobierno en solitario, sin Vox. El recién elegido secretario general del PP, Miguel Tellado, aseveró a lo largo de la semana en más de una decena de ocasiones que buscan un Ejecutivo «solitario, monocolor, sólido y unido». Eso pasa, como bien admitió, por lograr la nada desdeñable cifra de diez millones de votos y el objetivo para ello es adelgazar a Vox.
«Al PP, en el año 2023, le votaron ocho millones de españoles y a Vox, tres millones de españoles. En conjunto, 11 millones de españoles. Mariano Rajoy sacó una mayoría absolutísima con diez millones y pico de votos. El PP de Feijóo aspira a volver a construir una mayoría electoral de diez millones de votos», dijo Tellado. Santiago Abascal parece consciente de esa estrategia y el miércoles arremetió por partes iguales contra Sánchez y Feijóo, equiparando su «corrupción». Todo ello deja a los populares en el complejo escenario de contentar a votantes de uno y otro lado.
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