Todos los esfuerzos negociadores de la Unión Europea para aplacar a Donald Trump y lograr un acuerdo comercial de mínimos han acabado en fracaso.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que lidera las negociaciones arancelarias en nombre de los 27 Estados miembros, ha amenazado este sábado al presidente de Estados Unidos con medidas de represalia si consuma su amenaza de aumentar hasta el 30% los aranceles a los productos europeos a partir del 1 de agosto.
«Imponer aranceles del 30 % a las exportaciones europeas alteraría las cadenas de suministro transatlánticas esenciales, en perjuicio de empresas, consumidores y pacientes a ambos lados del Atlántico», ha dicho Von der Leyen en un comunicado.
«Seguimos dispuestos a trabajar para lograr un acuerdo antes del 1 de agosto. Al mismo tiempo, tomaremos todas las medidas necesarias para proteger los intereses de la UE, incluida la adopción de contramedidas proporcionales si fuese necesario«, avisa la presidenta de la Comisión.
De momento, la UE tiene listo su primer contragolpe contra Trump, que salvo que se tome una decisión en contrario entrará en vigor automáticamente el próximo martes 15 de julio.
Se trata de aranceles del 25% contra productos icónicos norteamericanos (entre ellos las motos Harley-Davidson, los vaqueros Levi’s, la soja, el zumo de naranja, el tabaco, los yates de lujo o los diamantes) por valor de 21.000 millones de euros.
Eso significa que las importaciones estadounidenses afectadas tendrán que pagar tasas de más de 5.000 millones para acceder al mercado comunitario.
El viernes, el Ejecutivo comunitario todavía se planteaba suspender estos aranceles para dejar más espacio a la negociación. Pero el anuncio de Trump lo cambia todo.
Además, Bruselas ha preparado un segundo paquete más importante de productos estadounidenses por valor de 95.000 millones para imponerles aranceles, aunque en este caso todavía necesita el apoyo de los Estados miembros.
«Son pocas las economías en el mundo que igualan el nivel de apertura y el compromiso con las prácticas comerciales justas que mantiene la Unión Europea. La UE siempre ha dado prioridad a una solución negociada con EEUU, reflejando nuestro compromiso con el diálogo, la estabilidad y una asociación transatlántica constructiva», se lamenta Von der Leyen en su comunicado.
El Ejecutivo comunitario creyó hasta el último minuto que un acuerdo comercial de mínimos con Trump, que evitara más recargos arancelarios, era posible.
De hecho, el comisario de Comercio, el eslovaco Maros Sefcovic, aún presumía el pasado miércoles de que la UE se había librado de las cartas de Trump anunciando más aranceles, a diferencia por ejemplo de Japón o Corea del Sur.
«Espero alcanzar un resultado satisfactorio, potencialmente incluso en los próximos días«, aseguró Sefcovic en un debate ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
«Lo más importante es que, mientras otros países se enfrentan a aumentos arancelarios por parte de EEUU como resultado de las cartas enviadas por el presidente Trump el lunes, nuestras negociaciones han evitado que la UE se viera afectada por aranceles más altos«, dijo el negociador europeo.
A cambio, la UE se había resignado a pagar un precio muy alto: que Trump conservara la mayoría de sus aranceles que están ahora mismo vigentes contra los productos comunitarios -un 50% al aluminio y al acero, un 25% a los coches y un 10% general al resto de productos- sin tomar represalias.
Pero ni siquiera esta estrategia negociadora calificada por algunos de «sumisa» ha servido a la UE para escapar de la furia de Trump.
Al final, el presidente de EEUU impondrá a partir del 1 de agosto un arancel general del 30% contra los productos comunitarios (que convivirá con los recargos sectoriales), superior al 20% que había anunciado en abril.
«Por favor, entienda usted que ese 30% está muy lejos de ser suficiente para eliminar el desequilibrio comercial que tenemos con la Unión Europea», asegura Trump en su carta dirigida a la propia Von der Leyen.
El presidente de Estados Unidos destaca que las empresas comunitarias que fabriquen en Estados Unidos se salvarán de los recargos arancelarios.
Pero Trump amenaza además a la UE con más aranceles si adopta alguna medida de represalia. «La Unión Europea permitirá un acceso total y libre al mercado estadounidense, sin cobrarnos ningún tipo de arancel, en un intento por reducir el gran déficit comercial que mantenemos», exige a Von der Leyen el presidente de EEUU.
«Si por cualquier motivo deciden aumentar sus aranceles y tomar represalias, el porcentaje que elijan incrementar se sumará al 30 % que nosotros aplicamos», avisa Trump.