Las alarmas están disparadas. La encuesta del CIS difundida este viernes deja claro el problema que tiene el PSOE, no solo por los casos de presunta corrupción de sus dos exnúmeros dos, sino también por el tufo machista y las hirientes palabras de algunos de sus protagonistas consumiendo prostitución: «A ti te gusta más Ariatna». «No sé, la Carlota se enrolla que te cagas». Un audio entre José Luis Ábalos y Koldo García que ya era repugnante y que se acompañó de las denuncias de acoso sexual contra Paco Salazar en Moncloa, que llevó a su dimisión en las vísperas del Comité Federal de hace una semana.
Este sábado el PSOE lanzó a María Jesús Montero en su primer mitin como candidata en Andalucía para hacer una condena firme de esos comportamientos y de la prostitución. Toca recuperar a quienes han huido de estas siglas y tratar de insuflar ánimos a la tropa.
Pedro Sánchez llegó contra la corrupción y por el feminismo. Los dos pilares fundacionales de su Gobierno han saltado por los aires. La vicesecretaria general del PSOE celebró este sábado en Jerez de la Frontera (Cádiz) su primer mitin como candidata oficial a la Junta de Andalucía. Un acto que se dedicó sobre todo en lanzarle mensajes a esas mujeres que se han alejado espantadas del PSOE. El CIS detecta una caída del voto femenino de 7,5 puntos en un mes, del 32,1 al 24,6%, un 23,3%. Sin el voto de esas mujeres, los socialistas están en caída libre.
«Especialmente, nosotras»
«Hemos pasado unos días complicados. Especialmente, nosotras. Porque es verdad que en nuestro partido, como en cualquier familia, podemos tener de vez en cuando situaciones que rechazamos, que despreciamos, que nos ahuyentan», dijo Montero a su militancia, dirigiéndose sobre todo a las mujeres. A partir de ahí, la mayoría de los mensajes se dedicaron a ellas. «A nosotros nos repugna más que a nadie la corrupción y los comentarios y comportamientos que se alejan de la ejemplaridad», dijo la candidata socialista. «Esos miles de hombres y mujeres que formamos la familia socialista no podemos quedar ocultos porque algún compañero con rechazo por nuestra parte se lucre o hable de las mujeres como si fuéramos mercancías», agregó, “somos más grande que eso. Por eso sufrimos y nos avergonzamos ante algunos audios y comportamientos”.
Montero apeló a «la raza y la bravura» de un PSOE con 146 años de historia, y pidió a la militancia que se levante. «Hemos estado sensibles, nos ha dolido escuchar de boca de nuestros compañeros como abordaban las relaciones con las mujeres», admitió una vez más, con un aviso: «No podemos perder ni un solo minuto en lamernos las heridas». Los socialistas tienen por delante un largo camino para recuperar la moral de su tropa.
Un partido «abolicionista»
La candidata del PSOE a la Junta de Andalucía insistió en remarcar que el suyo es un partido abolicionista de la prostitución, que es «una forma de explotación tremenda para alguien que se llama ser humano», «una manera de explotar y cosificar a las mujeres», porque no hay dinero que pague «la dignidad de quienes se ven obligadas a someterse» en una actividad que, dijo, nadie desearía para «nuestras hermanas ni para nuestras hijas ni para las mujeres de nuestro entorno».
«Serán las mujeres las que nos lleven a la Junta de Andalucía», dijo la aspirante a gobernar esta comunidad, para pedir que haya «hambre» para afrontar la campaña en ciernes en la comunidad. A Montero la precedió en el uso de la palabra el secretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, y la arropó la exalcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez. El auditorio aplaudió a la vicecretaria general del PSOE andaluz, María Márquez, y a la diputada Rocío Arrabal, que lidera las denuncias contra el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, sobre quien se ciernen acusaciones de acoso sexual a concejalas de su partido.
Su otro gran mensaje fue de cierre filas total con Pedro Sánchez. “Vamos a seguir defendiendo las políticas del Gobierno de España y al presidente del Gobierno, que antes de ser presidente ya era objetivo del espionaje, de la mentira, de las falsas noticias, de la policía patriótica que montaron para ocultar su corrupción y fabricar pruebas contra los rivales políticos”, señaló Montero. Aseguró que hay una campaña de “acoso y derribo” que pasa por la «cosificación del presidente, si deshumanización». Contra él, dijo, ha cabido todo: “Desde espiar a su familia para fabricar noticias falsas como hemos conocido con las saunas para arriba y para abajo”, aludiendo a las acusaciones del PP, hasta del propio Alberto Núñez Feijóo esta semana en el Congreso de los Diputados, sobre los negocios de su suegro.