Octavio Oramas quiere acabar cuanto antes con los sueños de Amanda sobre abrir su propia línea de joyas. Por eso, no ha dudado en decirle a Nancy, inversora de su hija y accionista del Grupo Oramas, que su futuro en la empresa peligraría si siguiese adelante.
Al descubrirlo, Amanda ha rechazado por completo a su padre, y este, destrozado por su reacción, ha ido en su busca a la antigua casa de su madre.
“Tengo que reconocer que no he estado muy fino”, ha comenzado sus disculpas, esperando que Amanda le entendiese, pero la joven ha sido un hueso duro de roer: “Yo no tengo una mente tan enrevesada como la tuya”.
Sabiendo que nada aliviaría el dolor de la joven, ha pronunciado las palabras que sabía que jamás le harían irse del Grupo Oramas: “He decidido que tu seas la presidenta ejecutiva”, ha confirmado.
Amanda se encuentra en shock… ¿qué será de su futuro? ¿Qué opinará su hermano? ¿Es su verdadero sueño?