En un polígono industrial de Amposta (Tarragona), junto a naves vacías o abandonadas, se encontraba el mayor laboratorio clandestino de producción de MDMA o éxtasis de España y uno de los más importantes de Europa, según han explicado responsables de la Policía Nacional. Una banda organizada había elegido el lugar teniendo en cuenta la poca actividad en el polígono, que les permitía cierto anonimato y detectar cualquier persona extraña que circulase por la zona, así como un rápido acceso a la autopista para transportar la droga.
La Policía Nacional ha desmantelado este laboratorio clandestino, que en más de un año produjo miles de kilos de droga sintética, en una entrada y registro en la nave en la que requisaron 582 kilos de MDMA, 722 litros de aceite de MDMA, 31.000 litros de precursores, 2.085 kilogramos de precursores sólidos y 28.600 euros. Además, hay cinco detenidos, de los que cuatro han ingresado en prisión.
La banda estaba liderada por un sospechoso con una red de contactos que le permitía mantener relaciones con otras organizaciones criminales de Espala, Países Bajos y Colombia. Bajo su mando se encontraban los “cocineros” y el encargado de ofrecer seguridad en la nave. La investigación se inició en el año 2023 gracias a la colaboración existente entre la Policía Nacional de España y la Policía Nacional de Países Bajos que puso de manifiesto la posible existencia de una organización criminal dedicada al tráfico internacional de droga de síntesis en esta zona de Catalunya.
Laboratorio de MDMA desarticulado por la Policía en Amposta / Policía
Los agentes descubrieron que los miembros de la banda residían en Amposta. La investigación permitió detectar que la banda tenía un liderazgo jerarquizado con reparto de tareas. El líder, que viajaba habitualmente a Colombia, era persona de confianza de diversos grupos criminales relacionados con el crimen organizado asentado en Países Bajos dedicados al tráfico de drogas y a ajustes de cuentas.
Medidas de seguridad
En el grupo había dos ‘cocineros’ encargados de procesar la droga en el laboratorio y que se habían trasladado desde Países Bajos a España para esta función. Los dos adoptaban numerosas medidas de seguridad como cambiar de domicilio frecuentemente y no mantener contacto con nadie ajeno al grupo. Según la Policía, se dedicaban exclusivamente al trabajo que tenían encomendado durante todos los días de la semana garantizando así su anonimato para eludir cualquier acción policial.
El otro miembro del grupo era el responsable de la seguridad del laboratorio, para lo que hacía rondas a pie y en coche por el polígono y controlaba las numerosas cámaras de videovigilancia que habían instalado en el interior y en el exterior de la nave. Los sospechosos también utilizaban teléfonos encriptados y criptomonedas como medio de pago dotando de mayor seguridad a toda la actividad delictiva y dificultando la investigación policial.
Detención en Cambrils
El pasado mayo, gracias a una orden europea de detención y entrega emitida por Países Bajos, la Policía pudo arrestar al presunto líder del grupo en Cambrils. Se realizaron tres entradas y registros en esta localidad y otro en Países Bajos donde se intervinieron 198 kilos de bicarbonato utilizado como sustancia de corte en laboratorios. Tras pasar a disposición de la autoridad judicial como presunto responsable de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal se decretó su inmediato ingreso en prisión.
El 24 de junio los agentes supieron de una reunión entre una mujer que viajó desde Holanda a Tarragona para citarse con los cocineros. Inmediatamente después los sospechosos acudieron a un centro de bricolaje para comprar una veintena de cajoneras y las transportaron en una furgoneta al laboratorio.
Al día siguiente los agentes hicieron una entrada y registro en la nave y encontraron el laboratorio clandestino de síntesis de MDMA. Estaba dividido en seis zonas diferenciadas: almacenaje, reacción, destilación, cristalización, filtrado y pesaje contando con más de 1.000.000 de euros en material en el interior. Tenían seis reactores industriales, varios de 1.000 litros y con doble encamisado, destiladores industriales conectados con aceite térmico para procesos de alta temperatura, 31.000 litros de precursores, 722 litros de aceite de MDMA, 2.085 kilos de precursores sólidos y 28.600 euros.
En la furgoneta, los agentes localizaron 582 kilogramos de MDMA de los que 120 kilos se hallaban detrás de las cajoneras debidamente embaladas y 462 kilos en el interior de las mismas. Los ‘cocineros’ y el encargado de seguridad quedaron detenidos y el juzgado ordenó su ingreso en prisión. El miércoles pasado los agentes detuvieron a la mujer que había viajado desde Holanda para acudir a un encuentro con los sospechosos como presunta responsable de un delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.
Más laboratorios clandestinos en España
El delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, ha destacado que el desmantelamiento del laboratorio clandestino ha permitido detener la distribución de numerosa droga por toda Europa y envía el mensaje de que «Catalunya no es ni será una base segura para el crimen organizado».
El jefe de la sección de drogas sintéticas de la UDYCO de la Policía Nacional, el inspector Alejandro Martin, ha remarcado que están detectando un incremento de la implantación de laboratorios clandestinos de esas sustancias, ya que el año pasado desmantelaron una docena y en el primer semestre de este 2025 llevan otra media docena. Asegura que es por la presión policial en Países Bajos, que es el principal productor de estas drogas en Europa.
Martín ha destacado que parte de la droga de Amposta se distribuía por España y otra se exportaba. También ha añadido que el laboratorio empezaba a funcionar pero no todavía a pleno rendimiento y ha recordado que este tipo de instalaciones vierten residuos contaminantes que se vierten al alcantarillado o los cursos fluviales procedentes de la producción de estas drogas.
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