Con la llegada del verano, estamos más tiempo al aire libre, los baños en piscina y el uso de auriculares en ambientes ruidosos. Esta combinación puede convertirse en una amenaza silenciosa para nuestra salud auditiva si no se toman precauciones.
La otitis del nadador: una molestia típica del verano
«Uno de los problemas más frecuentes en esta época es la otitis externa, conocida como la otitis del nadador. Se produce cuando el agua queda atrapada en el conducto auditivo externo, creando un ambiente ideal para bacterias y hongos», señala el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, otorrinolaringólogo en Ruber Internacional Centro Médico Habana.
Los síntomas incluyen picor, dolor (especialmente al tocar el oído), sensación de taponamiento e incluso supuración. El especialista advierte que “es importante no introducir objetos para intentar secar el oído. En su lugar, se puede inclinar la cabeza y tirar suavemente del pabellón auricular para facilitar la salida del agua. Si el malestar persiste más de 24 horas, lo ideal es acudir a un otorrino para descartar una infección”.
La cera no es el enemigo: cómo limpiar correctamente los oídos
«La cera tiene una función protectora natural. No debemos eliminarla a diario ni usar bastoncillos, ya que pueden causar lesiones o empujar la cera hacia dentro», explica el doctor. Su recomendación: limpiar solo la parte externa con un paño y consultar al especialista si hay molestias recurrentes o taponamiento.
Los saltos al agua provocan entradas fuertes de agua al oído, lo que puede acabar en otitis / Imagen de J. Ketelaars en Pixabay
Auriculares y música alta: un riesgo real
El verano también implica mayor exposición al ruido: conciertos, festivales, fiestas o simplemente el uso prolongado de auriculares. «Escuchar música a volumen elevado, especialmente con auriculares en ambientes ruidosos, obliga a subir el volumen por encima de los niveles seguros. Esto puede provocar un daño progresivo en las células del oído interno», advierte.
Según la OMS, el oído puede sufrir daño con exposiciones superiores a 85 dB durante más de 8 horas, y este umbral baja a solo 15 minutos si se superan los 100 dB. “Además, añade, hay personas con una mayor predisposición genética al daño auditivo, por lo que la precaución debe ser aún mayor”.
Estas son las claves de una buena salud auditiva
El otorrinolaringólogo recomienda realizar revisiones auditivas periódicas, especialmente a partir de los 50 años o si se ha estado expuesto frecuentemente a ruidos intensos. En niños, sugiere una evaluación al inicio de la escolarización y ante cualquier dificultad de lenguaje o atención.

Las otitis externas son uno de los grandes riesgos de las playas y piscinas / Freepik
Cómo cuidar tus oídos en verano
- Secar bien tus oídos tras el baño.
- Evitar el uso de bastoncillos.
- Utilizar tapones a medida si eres propenso a otitis.
- Proteger tus oídos en ambientes ruidosos.
- Regular el volumen y el tiempo de uso de auriculares.
- Consultar al especialista si sientes molestias, secreción o pérdida de audición.
“La salud auditiva no se toma vacaciones. Una pequeña molestia puede convertirse en un gran problema si no se trata a tiempo”, remarca el doctor Gutiérrez Fonseca.