La Guardia Civil ha detenido a un hijo de la conocida hotelera de 77 años de Guardamar muerta a golpes en diciembre de 2022 como presunto autor del crimen y a un conocido de él por su presunta implicación en los hechos. Los dos arrestados pasaron ayer a disposición del juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja, en funciones de guardia y se acordó el ingreso en prisión provisional sin fianza del hijo, de unos 53 años y conocido en el municipio por sus problemas con las drogas.
Para el segundo detenido se decretó la libertad provisional con medidas cautelares de presentación tres veces por semana ante el juzgado, retirada de pasaporte y prohibición de salida del territorio nacional, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana. Ambos quedan investigados en una causa abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación, según el TSJ.
El cuerpo de Rita Ortiz, propietaria del Hotel Guardamar, fue descubierto la madrugada del 21 de diciembre de 2022 y fue el hijo que convivía con ella quien llamó al 112 para pedir ayuda y dijo que habían sufrido un asalto de unos ladrones en la vivienda, extremo que ha descartado la Guardia Civil.
Desde el inicio este hijo de la víctima era para la Guardia Civil el principal sospechoso del crimen. Sin embargo, los investigadores han tenido que esperar los resultados de más de un centenar de pruebas de ADN y huellas solicitadas al Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses en Barcelona para apuntalar la acusación contra el hijo por la muerte violenta de su madre.
Resultados positivos
Las pruebas han tardado dos años y medio en llegar al juzgado de Torrevieja que investiga el caso, pero han resultado positivas para confirmar las que ya manejaban los investigadores desde el inicio de las pesquisas.
Una vez ha dispuesto la Guardia Civil de estas pruebas, unidas a las recopiladas por los especialistas del Laboratorio de Criminalística de Alicante en la inspección del domicilio, el pasado lunes se procedió a la detención del hijo de la hotelera fallecida y de otro varón que podría haber estado presente en el lugar de los hechos.
No ha trascendido hasta el momento si alguno de los detenidos, a raíz de las pruebas recabadas por la Guardia Civil, ha reconocido su participación en los hechos, aunque parece que no han dado unas explicaciones coherentes y se implican mutuamente de forma tímida.
Fuentes cercanas al caso han señalado a este diario que la muerte de Rita pudo haberse producido durante una pelea con su hijo, con problemas de toxicomanías. En el transcurso de esta pelea, donde las pruebas revelan que la víctima se defendió, ambos cayeron por una escalera del domicilio y ambos se golpearon en la cabeza.
La mujer sufrió una herida sangrante en la cabeza y cuando acudieron los servicios sanitarios, a raíz de la llamada del hijo, solo pudieron certificar su fallecimiento. El hijo también fue atendido por los servicios sanitarios de un golpe en la cabeza y alegó que unos supuestos ladrones le agredieron y que cuando se despertó vio que su madre estaba muerta.
Dormitorio con cerradura
La investigación de la Guardia Civil desveló que desaparecieron joyas de la víctima, quien no debía fiarse mucho de su hijo porque en su dormitorio tenía una cerradura y cuando se marchaba de casa la echaba, según fuentes cercanas al caso.
La investigación que ha concluido con el esclarecimiento de esta muerta violenta ha sido realizada por el Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Alicante, el Equipo de Policía Judicial de Guardamar y el Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Alicante.