El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrentaba este miércoles a un pleno durísimo y de gran tensión, en el que se jugaba el apoyo de sus socios de investidura y se enfrentaba a las ansias de la derecha y ultraderecha por hacer sangre de los casos de corrupción que afloraron en las últimas semanas en rostros socialistas, pero ha conseguido contener la hemorragia, salir reforzado y reafirmar su intención de agotar la legislatura.
Aunque los socios han asegurado que les parece insuficiente el Plan Estatal de Lucha contra la Corrupción anunciado por Sánchez, no han amagado con pulsar el botón nuclear y romper el bloque de investidura. Mostrando cercanía con el presidente del Gobierno y dándole su voto de confianza por el momento, se han limitado especialmente a exigir más ambición en políticas sociales.
Desde Sumar, Yolanda Díaz ha insistido en que sabe que Sánchez “es honrado”, aunque recordando que pese a ello “la ciudadanía progresista está angustiada”. Díaz ha rebajado el tono mantenido estos días contra el PSOE para reservar su discurso más duro para Alberto Núñez Feijóo, que ha salido un tanto escaldado con sus meteduras de pata.
Por su parte, en Podemos han mostrado su tono habitual para hacerse hueco en su estrategia de oposición a Sumar, señalando que en el PSOE no han entendido nada del 15-M, ni del 8-M. Pero aun así, no han mostrado guisos de romper.
Los únicos que han hablado de una cuestión de confianza han sido PNV y Coalición Canaria, señalando las tres vías que tiene Sánchez: una cuestión de confianza, dimitir sin disolver las Cortes o un adelanto electoral.
Con todo ello, la victoria de Sánchez es patente. Fuentes del Gobierno han señalado a ElPlural.com que han salido contentos del pleno de este miércoles: “Hoy se demuestra por qué gobernamos en muchos aspectos”. Asimismo, con el verano por delante, muestran calma y serenidad hasta la vuelta y el inicio del nuevo curso.
Otras voces de Moncloa reafirman que el Gobierno de coalición “aguanta” frente a un PP que “lo está haciendo muy mal” y que está condicionado por Vox. De la misma forma, éstas hablan de calma hasta después de las vacaciones y confían esa tranquilidad posterior a que no salgan más casos dentro del partido.
En el otro lado, el fango de Feijóo y Abascal
Y en contra de esto, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Por un lado, el líder del PP que sueña con ser presidente y que busca los cuatro apoyos que le faltan para conseguir la mayoría; y por el otro, el líder de la ultraderecha del cual reniega su socio mayoritario y de quien asegura que no será su vicepresidente en un hipotético gobierno.
El presidente del Partido Popular ha vuelto a sumergirse en el fango después de la gota de optimismo y alegría que deslumbró el cónclave del pasado fin de semana. Así, no ha dudado en preguntar a Sánchez “de qué prostíbulos ha vivido” y acusarlo de haber sido “partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución”, en alusión a su relación con empresarios investigados por explotar prostíbulos y a la ley abolicionista que el PSOE prevé llevar al Congreso.
Con la larga retahíla de reproches de Feijóo al presidente del Gobierno por acudir esta jornada al Congreso para abordar la corrupción, señalando que “está aquí por tres imputados”, la réplica llegaba de la mano de Patxi López, portavoz socialista en la Cámara Baja, quien no ha dudado en defender las medidas anticorrupción del Gobierno y señalar la trayectoria del PP, que no ha sido otra que “alimentar, proteger y pagar en diferido” la corrupción, en alusión directa al caso Gürtel y al historial popular, con José María Aznar y Mariano Rajoy como buques insignia de la corrupción.
“Nosotros los expulsamos del partido desde el minuto uno. Donde otros destruían pruebas, nosotros cambiamos las contraseñas para que nadie pudiera borrar nada”, ha defendido López en referencia a Cerdán y Ábalos, para después contestar a Vox, denunciando su “odio” y su “incompatibilidad ética y política total”.
Pero su mensaje más contundente estaba siendo guardado para Feijóo, a quien ha acusado de usar el barro para tapar su falta de proyecto de país: “No tienen alternativa. Solo intentan destruir al presidente, al Gobierno y al PSOE”. “Sánchez nunca se hubiera ido de vacaciones con un narco mientras morían jóvenes por la droga en Galicia, nunca aplaudiría al que disfrutaba en el Ventorro, nunca disculparía las 7.291 personas muertas en residencias”, ha zanjado.
Con todo ello, y con esta reciente victoria parlamentaria del líder del Ejecutivo, todo queda supeditado, en suma, a que el caso Cerdán no escale a ‘caso PSOE’, pero también a que los avances sociales cristalicen de aquí a final de año. El famoso “giro copernicano” que exige Sumar. Así, el examen al que se ha sometido este miércoles Pedro Sánchez ha sido superado, queda por ver si hasta el final o por cuánto tiempo.
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