Luis Enrique y Xabi Alonso nunca se han enfrentado en los banquillos. El duelo de semifinales del Mundial de Clubes (miércoles, 9 de julio: 21:00 horas) será el primer capítulo de una serie que se prevé como histórica. A tenor del nivel alcanzado por el asturiano, flamante campeón de Europa, y de la escalada continua del vasco, timonel de un equipo al que le ha cambiado la cara en tiempo récord. Por eso, el PSG – Real Madrid es una final anticipada de la que saldrá el favorito a llevarse la primera edición de un torneo que tiene en este enfrentamiento su punto culminante.
La misma petición de los dos entrenadores para Mbappé
Los dos técnicos se vieron las caras en el campo hace dos décadas, en relatos vitales bien diferentes. Fue el 2 de noviembre de 2003, cuando la Real Sociedad y el Barça empataron a tres en Anoeta, con Xabi Alonso como titular y Luis Enrique siendo el sustituto de Quaresma. Tres años antes, en 2001, el conjunto azulgrana impuso su ley con un 3-0 en el que Lucho era titular y el técnico del Real Madrid cumplía su sexto partido en Primera. Aunque con una generación de por medio, por ambos perfiles discurre el magma del guardiolismo al que cada uno llegó de manera diferente.
Luis Enrique y Kylian Mbappé, durante su etapa juntos en el PSG. / Associated Press/LaPresse / LAP
Luis Enrique ya está por encima de cualquier comparativa y Xabi Alonso busca quitarse las etiquetas de las influencias para desarrollar un estilo propio. Ya lo hizo en un Leverkusen por hacer al que convirtió en campeón en Alemania. Una experiencia a la que alguno no le parecía suficiente ni comparable a la que está viviendo en el Real Madrid, cuando en realidad ha sido el prólogo perfecto. Todo lo que ya sucedía en el Bayer está pasando ahora en un equipo cargado de estrellas en el que había un problema de actitud que Carletto no supo enderezar.
Uno de los retos que asumirá Xabi Alonso es integrar a Mbappé en su sistema colectivo. Contra el Dortmund se desquitó de la sequía y las suplencias acumuladas por el contratiempo médico que sufrió al inicio de la concentración. Lo hizo con un gran gol acrobático que no le libró de recibir desde la banda los gritos de su entrenador: «¡A por el balón, Kylian!». La escena recordó al fragmento del documental de Luis Enrique en el que el último baluarte que tuvo en el PSG le dice al francés: «Quiero que te vayas de aquí por la puerta grande. Sin ninguna duda. Pero te lo tienes que ganar. Atacando ya sé que eres Dios. Pero el día que no ataques tienes que ser el mejor jugador de la historia defendiendo. Eso es un líder, eso es Michael Jordan».
Construir un sistema alrededor de Mbappé, como se intuía que podría pasar esta temporada, nunca ha funcionado. «Con Kylian teníamos un jugador que iba libre por el ataque, ahora lo controlo todo», comentó el asturiano, quien ha concebido una obra prácticamente perfecta en el PSG. Lo ha hecho con instrucciones cortas y directas en las que cada jugador es protagonista de su contexto. Esto ha provocado, desde la mejora individual, un completo desarrollo colectivo. Hay casos desde todas las líneas: Donnarumma, Pacho, Vitinha, Dembélé…
Los mismos problemas de ambos para configurar las defensas
Precisamente, la baja del segundo marcará el partido contra el Real Madrid, después de la expulsión que sufrió contra el Bayern. El PSG anotó el 2-0 con nueve, tras la roja que vio Lucas Hernández -otra ausencia importante-, lo que da buena muestra de la capacidad competitiva que tiene. El desenlace fue el contrario en el Real Madrid – Borussia, donde los de Xabi Alonso, tras una primera parte perfecta, perdieron el control en los últimos minutos hasta el punto de que fue una mano salvadora de Courtois la que evitó la prórroga.
Los blancos terminaron con diez, por la expulsión de Huijsen, que obligará a Xabi Alonso a romper el once definido que estaba tomando velocidad de crucero. Las opciones que se plantean son un regreso al 4-3-3, con Gonzalo tirado a banda, para estimular la presión de Mbappé y Vinicius. Con Tchouaméni regresando al eje de la zaga. O mantener el esquema de cinco atrás con variaciones, pero dando entrada a un central como Asencio, un jugador que no le ha convencido tras el penalti y la roja que cometió en los dos primeros partidos del Mundial.
Para suplir la baja de Pacho, el mejor zaguero del PSG, Luis Enrique echará mano de Lucas Beraldo. La ausencia de Lucas Hernández no es sensible, porque el titular en esa demarcación es Nuno Mendes. Un partido para buscarse las espaldas con peligro y decisión. En el que los dos equipos tienen lo mismo que perder. Un partido que en el momento contextual de la temporada significaría poco, pero que, por la entidad de los entrenadores y jugadores, nunca puede ser un encuentro cualquiera.
Ficha técnica PSG – Real Madrid
Once probable del PSG: Donnarumma; Hakimi, Marquinhos, Beraldo, Nuno Mendes; Joao Neves, Vitinha, Fabián; Barcola, Doué y Kvaratskhelia.
Once probable del Real Madrid: Courtois; Trent, Tchouaméni, Rüdiger, Fran García; Valverde, Güler, Bellingham; Gonzalo, Mbappé y Vinicius.
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia).
Estadio: MetLife de Nueva Jersey.
9 de julio, 21:00 horas.