Dentro de unos días, el próximo 13 de julio, se cumplen 28 años de una fecha que cambio el devenir de este país. El asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado por ETA en venganza por la liberación de José Antonio Ortega Lara, tras 532 dísa de cautiverio. La muerte de aquel joven dio la vuelta a la sociedad española, que ya nunca más perdonaría a ETA. Era el principio del fin de una banda asesinos y el comienzo del Espíritu de Ermua con millones de personas que mostraban sus manos blancas en actitud de rechazo.
Hoy se ha celebrado en Madrid un acto con motivo del 28 aniversario.Presentado por la viuda de un coronel asesinado por los terroristas. Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel, que jamas ha desfallecido en la lucha por mantener su memoria, ha sido la primera en intervenir y como era de esperar ha denuncia que los herederos políticos de ETA haya tenido una de las llaves de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. UN «pacto siniestro» ha dicho Mari Mari, «que nos llena de indignidad».
La otra gran protagonista del acto ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, quien ha denunciado «que los etarras y sus cómplices, y los que han firmado pactos secretos con ellos, tienen una deuda de por vida con la sociedad española entera».
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido durante su intervención que si es presidente del Gobierno nunca más se celebrarán homenajes a etarras, como ocurre actualmente en el País Vasco cuando salen de prisión. También se ha comprometido a respetar y recuperar la memoria de las víctimas de la banda terrorista.