Mujer, migrante, pobre y con cargas de hasta 12 familiares es el perfil mayoritario de las personas que se encuentran en situación de prostitución en España. Más del 30 % son víctimas de explotación sexual y entre un 10 y un 20 %, de trata.
La organización no gubernamental In Género, que atiende a personas en situación de prostitución y a víctimas de trata y explotación sexual en 12 comunidades autónomas, ha trazado el perfil sociodemográfico a partir de la atención a más de 9.000 personas en 2024.
Las conclusiones son claras: el 97 % son mujeres, más del 90 % migrantes y nueve de cada diez tienen cargas familiares y vulnerabilidad económica que las abocan a estar en situación de prostitución.
In Género ha hecho pública este miércoles su actividad en 2024, cuando atendió a 8.959 personas: un 90,6 % mujeres cisgénero, un 6,6 % mujeres trans, un 2,6 % de hombres cisgénero y un 0,1 % hombres trans.
La mayoría de las personas atendidas en 2024 tenían entre 23 y 42 años (77 %), seguidas de las que tenían entre 43 y 63 años (18 %) y de las que tenían entre 18 y 22 años (4,86 %). La media se situó en los 32 años.
También una amplísima mayoría de las personas atendidas eran extranjeras: colombianas (32 %), dominicanas (12,5 %), paraguayas (11,9 %), venezolanas (9,5 %) y brasileñas (6,4 %). El 4,1% eran de origen español.
El 73 % estaban empadronadas en España. Un 41,5 % se encontraba en situación administrativa irregular; un 43,7 %, regular; el 4,2 % tenía visado turístico y el 10,58 % estaba tramitando su documentación.
De esas casi 9.000 personas, se detectó a 74 posibles víctimas de trata (de las cuales denunciaron 28) y se atendió 218 demandas jurídicas por agresiones sexuales.
El responsable de la entidad, Miguel Ángel del Olmo, ha denunciado que la trata permanece muy oculta, es un fenómeno invisible y sólo el 1,68 % de las mujeres atendidas se reconoce como víctimas, pese a que la organización cifra este crimen en la horquilla del 10 al 20 %.
En cuanto a los contextos de la prostitución, el más mayoritario son los clubes de alterne (49,75 % de la actividad), aunque la organización ha detectado el aumento de los pisos privados (41,34) y en los lugares públicos se detecta un 6 %.
Vulnerabilidad económica
El 55,4 % de las personas atendidas afirman que llegaron a España con un objetivo distinto de la prostitución, mientras que el 44,6 % sí sabía que lo haría.
El 43,6 % lleva menos de un año en contextos de prostitución; el 23,26 %, entre uno y tres años; el 9,1 %, entre cinco y diez años y un 13,6 %, más de una década.
Más del 90 % de las personas en contextos de prostitución tienen cargas familiares: el 52,78 % de las personas atendidas tenían que sostener a entre 3 y 5 familiares; el 26 % a uno o dos; el 12 %, entre 6 y 12. Sólo un 9,2 % no tiene a nadie a su cargo.
En cuanto al nivel de estudios de las casi 9.000 personas atendidas, el 4,8 % no tenía estudios; el 34 %, primarios; el 58,3 %, secundarios o Formación Profesional y un 4,8 %, estudios superiores.
El informe de In Género incide en que la situación administrativa irregular es importante, puesto que más de la mitad de las mujeres atendidas no tenían papeles o los estaban tramitando para tener un estatus administrativo regular.
La responsable jurídica de la organización, María Rosario Porras, ha subrayado que las cargas familiares son una razón de peso para entrar y permanecer en la prostitución.
La experta ha explicado que muchas de estas mujeres llegan a España en un «proceso migratorio frustrado», dejando atrás una situación de pobreza y vulnerabilidad, pero encuentran que la situación administrativa irregular es una barrera que no pueden superar y las oportunidades laborales son irrisorias.
