Banco Sabadell continúa su remontada bursátil y este miércoles ha superado los 3 euros por acción, un nivel que no alcanzaba desde el año 2009. Esta escalada, impulsada por la confianza del mercado en su evolución independiente, ha tenido un efecto directo sobre la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por BBVA: la prima que ofrecía la operación es ahora negativa en más de un 12%, restando atractivo a la propuesta del banco presidido por Carlos Torres.
A media sesión, Sabadell cotizaba en el entorno de los 3,056 euros, con un avance del 2,81% respecto al cierre del martes. BBVA, por su parte, también subía, pero algo menos, un 2,10%, situándose en los 13,645 euros.
Este diferencial ha profundizado la prima negativa de la OPA, que ya venía siendo desfavorable para los accionistas de Sabadell prácticamente de forma continuada desde mediados de enero, salvo por un par de sesiones en marzo. Según el canje propuesto —una acción nueva de BBVA más 0,70 euros en concepto de dividendos por cada 5,346 acciones de Sabadell—, quien aceptase hoy perdería algo más del 12% del valor de sus títulos.
La situación alimenta la presión sobre BBVA para revisar su oferta. Mientras tanto, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, lanzaba ayer un claro mensaje: si BBVA quiere tener éxito con su OPA, deberá subir “sustancialmente” el precio.
Los inversores se enfrentan ahora a un periodo cargado de incertidumbres. En las próximas semanas, el mercado estará pendiente de varios hitos: el 24 de julio Sabadell presentará sus resultados del segundo trimestre y su nuevo plan estratégico tras la venta de TSB a Banco Santander. Poco después, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) podría aprobar el folleto de la OPA, si BBVA completa todos los trámites pendientes.
El calendario prevé que, una vez aprobado, BBVA abrirá el periodo de aceptación en un plazo máximo de cinco días. Este periodo durará entre 30 y 70 días, por lo que la operación podría resolverse entre septiembre y principios de octubre, dependiendo del plazo que finalmente elija BBVA.
Antes de eso, el 6 de agosto, Sabadell celebrará dos juntas extraordinarias donde se decidirá si se autoriza la venta de TSB y el reparto de un ‘macrodividendo’ de 2.500 millones de euros con el producto de esa operación. Dicho dividendo, que no se distribuiría hasta el próximo año, está comprometido siempre que la junta lo apruebe, aunque la OPA haya prosperado y BBVA tome el control. Eso sí, los accionistas que acepten la OPA y vendan sus acciones quedarán sin derecho a cobrarlo.
Las próximas semanas serán, por tanto, decisivas para calibrar el futuro de Sabadell y el desenlace de la ofensiva de BBVA, en un contexto donde la revalorización bursátil del banco catalán sigue poniendo en cuestión la conveniencia de aceptar la oferta.
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