Vicky López (Madrid, 26 de julio de 2006) tiene aura de estrella. Por su talento, por supuesto, por su desparpajo, por su carisma -y por su peinado-. La comparan con muchas -y muchos- futbolistas. Con Alexia, con Aitana, incluso con Lamine Yamal, amigo suyo. Pero ella dice que es y quiere ser “solo Vicky”, la que creció jugando en la playa y en el patio de su casa y viendo vídeos de Neymar.
La joven jugadora del FC Barcelona, que está siendo uno de los nombres propios de esta Eurocopa en su primer gran torneo con la selección española absoluta, atiende a SPORT en Lausana con una sonrisa pícara inconfundible y con la personalidad y confianza de alguien que está viviendo un sueño y que quiere escribir su nombre en la historia.
Todo el mundo está hablando de ti estos días. ¿Lo sabes?
[Ríe]. Yo trato de no escuchar el ruido de fuera. Sé que me estoy sintiendo bien y que estoy disfrutando de mi primera Eurocopa con la absoluta.
Pues qué gusto verte disfrutar.
Es que para mí eso lo es todo. Yo juego al fútbol para disfrutar, y cuando disfruto es que estoy muy feliz. En los últimos años no lo he hecho tanto como me gustaría, pero ahora estoy muy contenta, la verdad.
Aunque tú eres Vicky, te ha tocado sustituir a Aitana en estos dos primeros partidos, con todo lo que esto implica. ¿Has sentido algo de presión, aunque sea solo un poco?
Para nada. Si pensase en que me tocaba hacer de Aitana, iría mal. Como dices, Aitana es Aitana y yo soy yo y vengo a disfrutar. Cada una tiene sus cualidades. Y somos un equipo en el que puede jugar quien sea y eso es lo bueno de España, que hay mucha competitividad. Todas entrenamos al cien por cien para ayudar al equipo en el rol que nos toque. La última palabra la tiene Montse.
Hablabas de disfrutar y, el otro día, de confianza. ¿Cómo te sientes en este sentido?
Es algo que hay que trabajar. Hay personas que tienen más confianza propia y otras a las que les cuesta más. Si confías en ti misma, las cosas seguramente salgan mejor. Pero a veces sí que necesitas esa confianza externa para darte un empujón y para ser más libre en el campo.
¿Ha influido, en esto, el cambio de posición esta temporada en el Barça, al extremo derecho?
Es que, al final, cuando hay un cambio así, necesitas un tiempo de adaptación. Creo que en mis últimos partidos de extremo, contra el Depor o contra el Sevilla, me sentí bien. En esa posición no toco tanta bola como en el medio, pero bueno, me adapto. Me ha costado, pero me siento bien. Y voy a dar lo mejor de mí allí donde me pongan.
El inicio en esta Euro ha sido inmejorable. Ahora, contra Italia, os jugáis la primera plaza. Pero Kika [Nazareth] me ha dicho que os diga que hagáis el partido de vuestras vidas porque de vosotras depende la clasificación de Portugal. Y creo que también os ha dicho algo a vosotras…
[Ríe]. Sí, sí. Ya me ha escrito, nos lo ha dicho a todas. Lo tenemos claro. Pero más allá de eso, evidentemente, es importante para nosotras también ganar este partido. Es el liderato, pero también, si vas ganando, los rivales te tienen más miedo, más respeto. Y no vale relajarse. Tenemos que terminar bien la fase de grupos para afrontar con buenas sensaciones los cuartos.
¿Dónde aprendiste a regatear y estos detalles de estrella que nos siguen sorprendiendo?
Yo de pequeña veía mucho a Neymar y luego bajaba al patio e intentaba imitarle, en el colegio y en mi casa. También jugaba mucho con mi hermano y él, y cuando lea esto se va a poner muy contento, me ha enseñado muchas cosas, como la visión de juego. Pero a regatear, no. Esto es de ver a Neymar.
«Yo de pequeña veía mucho a Neymar y luego bajaba al patio e intentaba imitarle, en el colegio y en mi casa. Mi hermano me ha enseñado la visión de juego, pero los regates son de ver a Neymar»
Cuando el Madrid CFF te fichó para su cantera, te captó en la playa. Ese fútbol más callejero lo sigues llevando dentro, ¿no?
Sí, sí. Creo que soy de las más pícaras del equipo y esto siempre es un plus que por supuesto me sirve, aunque el estilo de juego cuando empiezas en la calle, en la playa, en las canchas o en el patio del colegio es muy diferente. Todo suma.
¿Por qué el 19?
Porque mi número favorito es el 9, y como no lo puedo tener, pues me cojo el 19. No es por Lamine ni nada, que luego me dice que me copio.
¿Te lo ha dicho él?
Sí, sí [ríe]. Ya le gustaría. Cuando pueda, me voy a coger el 9.
Vicky López durante la entrevista con SPORT en Lausana / Maria Tikas
Los periodistas internacionales nos siguen preguntando por el ambiente en la selección después de unos años complicados. Tú, que eres savia nueva, ¿qué vestuario te has encontrado?
Me gustó lo que te dijo Patri [Guijarro] el otro día, que esta mezcla de juventud y veteranía viene muy bien al equipo. Cuantas más jóvenes hay, mejor me siento yo, porque al final puedo ser más yo. Creo que estamos siendo cada vez más equipo y eso se nota en el cambio, en el ambiente que hay, y me encanta.
No te cortas ni a la hora de subir una foto en redes con Alexia haciendo muecas.
[Ríe]. Vamos juntas en el bus y es muy pesada, así que la tengo que chinchar. La vacilo mucho y me parecía que pegaba, la foto, ahí.
Hace unos meses le hicimos una entrevista en SPORT y nos dio permiso para que nos contases por qué te llama ‘Stitch’.
Es que dice que cuando me río mucho, achino los ojos y me parezco a Stitch, de la película. Que yo no creo que sea así, pero bueno, si ella lo dice… lo tendré que respetar. Entonces yo le llamo Lilo.
También nos dijo que antes las canteranas subían al primer equipo algo más cohibidas con las veteranas y que ahora, en cambio, incluso la vaciláis.
Porque ella te muestra esa cercanía para poder hacerlo. Con ella puedo ser yo. Ya en mi primer día se me acercó y me dijo que estaba ahí para lo que fuese y así ha sido. En los momentos malos que he tenido, ella ha sido de las primeras en estar ahí y ahora cada vez hay más confianza y la voy vacilando más. Soy un poco pesada, la verdad.
«Con ella puedo ser yo. Ya en mi primer día se me acercó y me dijo que estaba ahí para lo que fuese y así ha sido. En los momentos malos que he tenido, ella ha sido de las primeras en estar ahí. Cada vez hay más confianza y la voy vacilando más»
¿Algún consejo que te haya dado?
Ella siempre está ahí y siempre me capta cuando estoy un poco más enfadada o triste. Me capta y me da consejos. Y me tranquiliza, sobre todo.
Tú has llegado a la élite en un contexto mejorado y en el que todos hemos normalizado que tanto el Barça como la selección vayan ganando casi siempre. ¿Os recuerdan, las capitanas, de vez en cuando, lo que ha costado llegar hasta aquí?
Te diría que sí, aunque no tengo muy buena memoria. Pero yo sí que soy muy consciente y me gusta pensar que gracias a ellas yo hoy puedo estar aquí porque han luchado mucho para que así sea. Me van a echar la bronca porque parece que las he llamado viejas, pero no. Es que es así. Las primeras generaciones lucharon mucho por ellas y por las que veníamos, y gracias a ellas tenemos ahora las condiciones que tenemos y es algo que me gusta ir recordando.
Tengo una sorpresa para ti [vídeo de Cristina Librán, jugadora del Madrid CFF y campeona de Europa con la sub-19]: Hola, Vicky. Nada, solo quería recordarte que lo estás haciendo súper bien, que desde España te apoyamos un montón y que sigas así. Mucho ánimo y esperamos que la copa se venga para aquí. Un abrazo.
Ay… ¡Le voy a echar la bronca porque no me ha dicho nada de esto, ni se le ha escapado! He crecido con ella y es una de mis mejores amigas. Te voy a contar una anécdota que creo que no sabe casi nadie. Cuando llegué al Madrid CFF hicimos un primer entrenamiento para ver adónde íbamos. Y cuando salí del entrenamiento, le dije a mi padre: “Papá, yo quiero que me pongan con la del flequillo, por favor, con la del flequillo”. Me pusieron con ella e hicimos grandes años juntas. Creo que la conexión que tengo con ella no la voy a tener con nadie y estoy deseando volver a jugar juntas. Le deseo lo mejor siempre y estoy muy contenta porque ha hecho un gran Europeo.
Dos años después de esa final perdida en el Europeo sub-17, en el que tú participaste, sí han podido ganarlo con la sub-19. ¿Cómo lo viviste?
Me quité un peso de encima. Estoy súper feliz por ello, yo siempre les decía: “Tenéis que ganar, por favor, tenéis que ganar”. Y que se la devolviesen, entre comillas. Encima, ganaron por goleada en la final contra Francia.
Tienes 18 años, a punto de cumplir 19, y estás en el primer equipo del Barça y en la selección absoluta. ¿Crees que, en general, tanto en el fútbol masculino como en el femenino, se tiene poca paciencia hoy en día? ¿Que hay gente que si con 15 años no está en la élite ya busca cambiar de equipo?
Lo noto mucho con Lamine. Él con 17 años ha conseguido un montón de cosas y es titular en el Barça y en la selección. Y creo que muchos jóvenes se comparan con él y no hay que hacerlo, porque de estos hay uno entre muchísimos. Cada uno tiene su camino y y yo también trato de decírselo a mis amigas, que cada una tiene el suyo, que a veces empiezas fácil y luego se te pone cuesta arriba. O empieza más complicado y luego es todo tranquilidad y felicidad. No hay un camino ni unos objetivos mejores que otros.
¿Cuándo nació esa amistad con Lamine?
Yo estaba en el Madrid CFF y se jugó un torneo en el que había equipos masculinos y femeninos. Unas amigas coincidieron con él, que era enano, y se llevaron bien. Y yo, no sé por qué, empecé a llevarme bien con él, con Shane [Kluivert], con Dani Ávila… Y luego llegué al Barça y él estaba también en la Masia y congeniamos muy bien, porque creo que tenemos una personalidad parecida.
«Conocí a Lamine cuando yo estaba en el Madrid CFF, en un torneo, y luego coincidimos en la Masia y congeniamos muy bien, porque creo que tenemos una personalidad parecida»
¿El hecho de que las chicas también puedan vivir en la Masia ha contribuido a que haya una sinergia más grande entre los equipos masculinos y femeninos? Porque ahora podemos ver a Lamine, a Héctor, a Gavi y compañía en vuestros partidos y antes era impensable.
Sin duda. Yo, por ejemplo, que vengo de Madrid, durante los primeros años no iba mucho allí. Entonces estaba mucho en la Masia y pasas mucho tiempo con la gente que está ahí. Y así surge mi relación con Pau Prim, por ejemplo. Creas vínculos y apoyos que necesitas en tu día a día. Y Pau, para mí, ha sido un gran apoyo estos años.
Hace un año te hacían muchas bromas con la selectividad y ahora ya estás estudiando Administración y Dirección de Empresas. ¿Cómo lo llevas?
A mí siempre me ha gustado planificarme bien. Y estudiar esta carrera también me ayuda a distraerme, a que no todo sea fútbol. Me encantan las matemáticas, por ejemplo. Y cuando hacía ejercicios de matemáticas me lo pasaba muy bien, aunque no estuviese en el campo jugando. Nunca sabes lo que va a pasar en tu futuro, y si tengo la capacidad de hacer las dos cosas… ¿por qué no?
La última. He visto un vídeo tuyo, de hace un par de años, cantando el himno del Barça perfectamente. No te voy a pedir que lo cantes, de momento, pero ¿has aprendido algo de catalán en este tiempo o te sabes solo el himno?
¡Sí, sí! No he ido a clases de catalán, pero siempre escuchaba como hablaban. Al principio no entendía nada. Pero todo el rato preguntaba y preguntaba y creo que ahora podría mantener una conversación en catalán. Me equivocaría en algo, pero he mejorado muchísimo y lo entiendo perfectamente.
Pues la próxima será en catalán…
¡Hecho!